Una pareja compartió en redes su preocupante experiencia tras regresar de vacaciones de Brasil. Lo que comenzó como una leve molestia terminó con una sorpresa.
Se fue de vacaciones a Brasil y volvió con esta infección: si estuviste en la playa, prestá atención.
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Las vacaciones soñadas en Brasil de una pareja terminaron con un episodio que jamás imaginaron. Al regresar a su casa, todo parecía normal, hasta que él comenzó a sentir una extraña picazón en el pie. Al principio, pensaron que se trataba de una simple irritación, pero con el paso de los días, la molestia no desaparecía.
Lo más extraño fue que la zona afectada empezó a cambiar. De ser apenas un puntito, se convirtió en una delgada línea rojiza que, con el correr de los días, parecía extenderse bajo la piel. Preocupados, comenzaron a investigar en internet y decidieron consultar a un médico. Fue en ese momento cuando les confirmaron la insólita noticia: tenía un gusano moviéndose dentro del pie.
El especialista les explicó que habían contraído Larva Migrans Cutánea, una infección parasitaria que suele encontrarse en playas tropicales. Para tratarla, el médico le indicó ivermectina oral y una crema antiparasitaria, además de realizarle un pequeño procedimiento con aguja para extraer al intruso.
El caso se viralizó luego de que la pareja lo compartiera en redes, alertando a otros viajeros: "Si viniste de Brasil hace poco y te pica el pie, fíjate porque te puede estar creciendo un gusano adentro tuyo". La anécdota dejó en evidencia la importancia de tomar precauciones en destinos turísticos y consultar rápidamente ante síntomas inusuales.
La Larva Migrans Cutánea es una infección parasitaria causada por larvas de anquilostomas, parásitos que suelen encontrarse en playas tropicales y suelos contaminados con heces de animales. Estas larvas penetran la piel al entrar en contacto con superficies infectadas, como arena o tierra húmeda, generando lesiones características y molestias intensas.
Una vez dentro del cuerpo, la larva no puede completar su ciclo de vida en los humanos, pero sí se desplaza bajo la piel, creando un patrón serpenteante rojizo. Este movimiento provoca una fuerte picazón, inflamación y enrojecimiento, síntomas que suelen aparecer días después de la exposición. En algunos casos, pueden generarse infecciones secundarias por el rascado constante de la zona afectada.
El diagnóstico se realiza a partir de la observación clínica, ya que las lesiones en forma de túneles característicos son un indicador claro de la infección. En la mayoría de los casos, el tratamiento incluye ivermectina oral o albendazol, medicamentos antiparasitarios que eliminan la larva. También se recomienda el uso de cremas tópicas y antihistamínicos para aliviar el malestar.
Para prevenir la Larva Migrans Cutánea, es fundamental evitar el contacto directo con arena o tierra contaminada, especialmente en playas donde hay presencia de perros o gatos. El uso de calzado, toallas o lonas al sentarse en la arena, junto con una correcta higiene, reduce el riesgo de contraer esta infección.