Trucos de reciclaje para darle una segunda oportunidad a un objeto que parecía inútil, y sumar un detalle original para tu casa.
Si tenés un serrucho viejo tirado en el galpón y pensabas deshacerte de él, esperá un segundo. Hay trucos de reciclaje que lo pueden transformar en una pieza única para la decoración de tu casa. Con pocos materiales y algo de creatividad, podés darle una nueva vida a esa herramienta olvidada.
Este tipo de proyectos no solo ayudan al medio ambiente, sino que también suman un toque original y rústico a cualquier espacio.
Además, no necesitás ser un experto en bricolaje para lograr un resultado espectacular. Acá te dejo el paso a paso para que pongas manos a la obra.
Prepará el serrucho: Lo primero que tenés que hacer es limpiar bien la hoja del serrucho. Si está oxidado, usá un limpiador de óxido para metal y asegurate de que quede bien seco antes de seguir.
Pintá la hoja de metal: Aplicá una capa de pintura acrílica negra (o el color que elijas) en toda la hoja del serrucho. Asegurate de que el color quede uniforme. Dejá secar completamente antes de pasar al siguiente paso.
Aplicá el stencil: Elegí un diseño que te guste (puede ser una frase, flores o figuras geométricas). Colocá el stencil en la parte que quieras decorar y sujetalo con cinta de enmascarar para que no se mueva.
Dale color al diseño: Con una esponja levemente humedecida en pintura acrílica blanca, hacé pequeños toquecitos sobre el stencil hasta cubrir todo el dibujo. No arrastres la esponja para evitar que la pintura se corra.
Dejá secar y retiralo: Esperá a que la pintura esté completamente seca antes de retirar el stencil. Así te asegurás de que el diseño quede prolijo y sin manchas.
Protegé tu creación: Para que tu serrucho decorativo dure más tiempo, aplicá una capa de barniz en toda la superficie, incluyendo el mango. Esto le dará un acabado más profesional y protegerá la pintura.
Colgalo donde más te guste: Una vez seco, solo queda elegir el lugar ideal en tu casa para exhibir tu nueva obra de arte reciclada. Podés colgarlo en la cocina, el living o incluso en el quincho para darle un toque único al espacio.