Fabricar un terrario con botellas o frascos de vidrio es una excelente forma de reutilizar materiales y crear un pequeño ecosistema en casa. Esta alternativa ecológica permite transformar envases en desuso en piezas decorativas que aportan frescura y vida a cualquier espacio.
Con pocos elementos y un proceso sencillo, es posible diseñar un jardín en miniatura que requiere poco mantenimiento y dura mucho tiempo. Los terrarios pueden incluir plantas suculentas, musgo o pequeñas especies que se adapten a la humedad del vidrio.
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Además de ser una opción sustentable, estos jardines cerrados crean un ciclo natural de agua y oxígeno, lo que facilita su conservación sin necesidad de riego frecuente.
Se rocía ligeramente con agua para humedecer la tierra sin excederse. El terrario debe colocarse en un lugar con luz indirecta, evitando la exposición directa al sol, ya que el vidrio puede generar efecto invernadero y dañar las plantas.
Este tipo de terrarios requieren poco mantenimiento. Solo es necesario controlar la humedad y, si se observa condensación excesiva, abrir la botella unos minutos para que se equilibre el ambiente interno. Con este método, las botellas de vidrio obtienen una segunda vida y se convierten en verdaderos jardines en miniatura, combinando creatividad y sustentabilidad en un solo objeto decorativo.