La acumulación de sarro en el escurridor de platos suele ser un inconveniente frecuente a la hora de realizar la limpieza en el hogar, sobre todo en zonas con agua dura. Con el paso del tiempo, los minerales y restos de cal se adhieren a la superficie, lo que forma una capa difícil de limpiar.
Qué se debe tener en cuenta a la hora de limpiar el sarro
Para resolver este problema existen unas series de tips para eliminar estos residuos sin recurrir a productos químicos agresivos. El sarro aparece cuando el agua contiene una alta concentración de minerales como calcio y magnesio. Cuanto mayor sea la cantidad de estos elementos, más dura será el agua.
Su nivel de dureza se mide según la cantidad de sales disueltas, en especial de calcio y magnesio, aunque otros compuestos como hierro, estroncio y manganeso también pueden influir. Estos minerales tienden a adherirse a tuberías, electrodomésticos y otras superficies, lo que reduce su vida útil y afectando su funcionamiento.
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La limpieza del sarro es esencial para mantener una cocina en condiciones.
El paso a paso para realizar la limpieza
Para aplicar este método se necesitan percarbonato de sodio, vinagre blanco, un cepillo de cerdas duras, un tazón y agua. Estos ingredientes, fáciles de conseguir, ofrecen una solución natural y ecológica para eliminar la acumulación de sarro en el escurridor.
- El procedimiento consiste en esparcir percarbonato de sodio sobre las zonas afectadas y verter vinagre blanco encima. La reacción efervescente ayuda a aflojar los residuos adheridos.
- Luego, se deja actuar la mezcla durante diez minutos. Luego se prepara una pasta limpiadora con percarbonato y vinagre. Después de la espera, se frota el escurridor con un cepillo de cerdas duras para retirar la suciedad.
- Se aplica la mezcla adicional y se vuelve a frotar para reforzar la limpieza. Finalmente, se enjuaga con vinagre blanco y luego con abundante agua para eliminar cualquier resto de producto.
- Este método no solo limpia en profundidad, sino que también desinfecta sin recurrir a químicos agresivos. Además, el percarbonato de sodio y el vinagre blanco resultan accesibles y económicos. Este procedimiento garantiza que el escurridor se vea como nuevo.