Diversos trucos para reciclar han cobrado protagonismo en el último tiempo, donde promueven acciones que no solo benefician al medio ambiente, sino que también permiten obtener objetos funcionales para el hogar. Entre estas alternativas sostenibles, encontramos una idea innovadora y accesible que aprovecha un residuo cotidiano: la yerba usada.
Las ventajas de la yerba usada
Cada vez que preparamos mate, solemos desechar la yerba sin imaginar que aún puede tener una segunda vida. Sin embargo, esta propuesta permite reutilizarla de manera eficiente, convirtiéndola en un material clave para fabricar macetas biodegradables.
Estas macetas no solo resultan económicas y ecológicas, sino que también son ideales para sembrar semillas que más adelante podrán trasplantarse a la huerta o el jardín sin necesidad de recurrir a macetas plásticas u otros materiales contaminantes.
Extendé la yerba usada sobre un recipiente amplio o sobre papel de diario. Dejala secar completamente al aire libre, preferentemente en un lugar bien ventilado. En verano, este proceso tomará aproximadamente dos días, mientras que en invierno o en climas húmedos puede requerir más tiempo.
Preparación del engrudo natural
En una cacerola, coloca una taza y media de agua y la misma cantidad de harina. Mezcla bien y calienta la preparación a fuego bajo, revolviendo constantemente hasta que espese. Una vez que alcance una consistencia pegajosa y homogénea, apaga el fuego.
Incorporación de conservante natural
Agrega una gota de vinagre al engrudo. Este ingrediente es fundamental, ya que previene la descomposición prematura de la mezcla, asegurando que las macetas no se deterioren antes de ser utilizadas.
Mezcla de la yerba con el engrudo
Añadí una porción de yerba mate usada aún húmeda al engrudo caliente para reducir su temperatura. Luego, incorpora la misma cantidad de yerba previamente secada en el primer paso. Mezcla bien con una cuchara hasta integrar todos los ingredientes. Una vez que la preparación esté tibia, usa las manos para amasar y verificar su consistencia.
Moldeado de la maceta
Escoge un recipiente que servirá como molde para darle forma a la maceta. Para facilitar el desmolde, cúbrelo con papel film antes de agregar la mezcla. Vierte la preparación dentro del molde y presiónala con cuidado para que se distribuya de manera uniforme, logrando un grosor parejo en todas las paredes.
Secado y endurecimiento
Una vez moldeada la maceta, colócala en un lugar soleado y bien ventilado. Déjala secar durante varias horas, hasta que se endurezca por completo. En climas cálidos, este proceso puede tardar un día, mientras que en épocas frías puede extenderse algunos días más.
Gracias a este método sencillo y ecológico, podrás transformar la yerba usada en una maceta biodegradable ideal para cultivar suculentas, hierbas aromáticas o cualquier otra planta pequeña.