Este proyecto es una excelente forma reciclar los textiles que ya no necesitás, al mismo tiempo que sumás un accesorio a tu rutina diaria.
Foto:
Yuyis CreationsSi tenés retazos de tela que ya no usás y estabas a punto de tirarlos, pensalo dos veces. Podés utilizar y reciclar los restos de tela para crear un objeto funcional, ecológico y totalmente personalizado. Con un poco de creatividad, esos pedazos de tela pueden transformarse en un portabotella para llevar y utilizar en tu rutina del gimnasio.
Este proyecto no solo te permitirá reutilizar materiales que de otro modo terminarían en la basura, sino que también te ayudará a reducir residuos y fomentar un consumo más responsable. Además, si sos de las personas que llevan su propia botella de agua a todas partes, contar con una funda ajustable hará que transportarla sea mucho más cómodo.
Tomá las medidas de la botella
Antes de cortar la tela, medí la altura y el diámetro de tu botella. Es importante que agregues algunos centímetros extra para evitar que la funda quede demasiado ajustada. También sumá 2 o 3 cm adicionales en la parte superior para hacer un dobladillo más prolijo.
Cortá la tela
Con las medidas tomadas, recortá un rectángulo de tela que envuelva la botella completamente. Si querés reforzar la base, podés cortar un círculo de tela adicional para coserlo en la parte inferior.
Prepara el borde superior
Para un acabado prolijo y resistente, doblá uno de los extremos largos de la tela unos 2 cm hacia adentro y coselo. Si querés que el pliegue quede mejor definido, pasale la plancha antes de coserlo.
Formá la funda
Doblá la tela por la mitad con el lado interno hacia afuera y cosé los laterales. Dejá la parte superior abierta, ya que por ahí vas a poner la botella.
Dale forma a la base
Si decidiste reforzar la parte inferior con un círculo de tela, coselo en el fondo de la funda. Si no, simplemente cerrá los extremos inferiores con una costura recta. Para darle más estabilidad, podés hacer un pespunte extra en las esquinas inferiores.
Agregá la manija
Cortá una tira de tela de unos 40-50 cm de largo y 5 cm de ancho. Doblala a lo largo y cosela para darle mayor firmeza. Luego, unila a los costados superiores de la funda para que funcione como asa. Asegurate de coserla bien para que soporte el peso de la botella sin problemas.
Últimos retoques
Revisá que todas las costuras estén firmes y sin hilos sueltos. Luego, da vuelta la funda para que las costuras queden en el interior y colocá la botella dentro.
Con este sencillo truco podés tener un portabotella funcional, duradero y hecho a tu medida. Además, podés personalizarlo con diferentes telas, estampados o incluso agregar detalles como bordados o bolsillos pequeños para guardar llaves o dinero.