Lo que comenzó como un "cuento del tío" tradicional terminó plasmado como un robo agravado por el uso de armas, llevado a cabo con extrema violencia.
Sucedió el viernes pasado en la calle Emilio Civit al 114, casi esquina Tiburcio Benegas de Ciudad, poco antes de las 11 de la mañana.
La víctima fue una mujer de 78 años llamada Alicia Villarroel de Bianco, a quien una pareja joven, vestida con ropa buena, le traía en apariencia un paquete. Tocaron el timbre y la propietaria de la casa atendió.
"Venimos de parte de su hija Pimpy, la que vive en Chile", le dijeron con seguridad. La mujer se extrañó ya que por más que tiene una hija con ese nombre que vive en Santiago de Chile, normalmente la llama por teléfono para hacerle llegar cualquier cosa.
Alicia pecó de crédula y los hizo pasar: una mala decisión.
Adentro
Una vez que la pareja ingresó a la casa, el varón sacó un cuchillo de entre sus ropas y amenazó a la señora y a una empleada de nombre Laura. Querían dinero. Y además, la mujer de la pareja hizo entrar a un tercer secuaz, que hasta entonces no había aparecido en acción.
Como inicialmente la dueña de casa se resistía a darles el dinero, uno de los sujetos le puso el cuchillo en el cuello y amenazó directamente con degollarla.
A Alicia no le quedó más remedio que confesar dónde estaba el dinero que le solicitaban. De ese modo, los tres delincuentes se hicieron de 5 mil dólares que la señora guardaba en la casa.
Antes de irse, los delincuentes encerraron a las dos mujeres víctimas en uno de los baños de la casa y las volvieron a amenazar con que si se les ocurría gritar volverían y acabarían con ambas.
De acuerdo con uno de los cuidacoches de la zona, los tres ladrones se fueron en un auto, pero no trascendió de qué auto se trataba.
A la dueña de casa le sorprendió que la pareja supiera que su hija vive en Chile, que viene seguido, qué auto tiene y hasta que le dicen "Pimpy".