Al menos 20 civiles refugiados en una base de la ONU en Sudán del Sur fueron asesinados en un ataque en el que además murieron dos cascos azules indios, informó ayer la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Al menos 20 de los civiles que buscaron refugio dentro de la base murieron en el ataque", indicó un comunicado de la misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS).
La base, ubicada en la población de Akobo, estado de Jonglei, fue atacada por cerca de 2.000 jóvenes de la etnia Lou Nuer, donde se refugiaban 36 personas de la etnia Dinka. Los dos cascos azules indios murieron "defendiendo la base de los atacantes", dijo el comunicado. Un tercer soldado de la misión de paz fue herido en el pecho y fue trasladado a la capital, Juba.
"Unos dos mil jóvenes armados presuntamente de la etnia Lou Nuer cercaron la base de la UNMISS en Akobo y abrieron fuego en la dirección de los civiles de la etnia Dinka, que se habían refugiado en el interior", señaló el texto.
"Mientras trataban de abrir negociaciones con los asaltantes, los miembros de la fuerza de paz de la UNMISS dentro de la base fueron atacados", destacó.
Los asaltantes se apoderaron de armas y municiones de los cascos azules indios de la base, antes de emprender la huida cuando llegaron refuerzos.
La enviada de la ONU para Sudán del Sur, Hilde Johnson, calificó el ataque de "acto criminal por el cual los responsables deben ser llevados a la Justicia".
En la pequeña base de la ONU se encontraban 43 cascos azules al momento del ataque. Cuarenta de ellos salieron ilesos.
Sudán del Sur es escenario de enfrentamientos entre soldados leales al presidente Salva Kiir, que pertenece a la etnia Dinka, y tropas que siguen al exvicepresidente Riek Machar, un Nuer.
El presidente promete diálogo
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, se comprometió a mantener un "diálogo sin condiciones" con su rival, el ex vicepresidente Riek Machar, en un intento por frenar los enfrentamientos entre facciones rivales en ese país, informaron diplomáticos ayer.
Salva Kiir dijo estar dispuesto a dialogar con los ministros africanos que fueron enviados por la Unión Africana a Juba, en un intento para que cesen los enfrentamientos que han causado cientos de muertos, según dijo a la prensa el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Gerard Araud.
"El presidente aparentemente ha aceptado entrar en un diálogo sin condiciones", dijo a la prensa Araud, embajador de Francia ante la ONU, después de una reunión de emergencia del consejo convocada para tratar la crisis de Sudán del Sur.
Rebecca Garang, viuda del líder rebelde de Sudán del Sur, John Garang, se ha mostrado de acuerdo a sumarse a las conversaciones para acabar con el levantamiento que se extiende desde hace casi una semana, agregó Araud.
Ministros de Etiopía, Kenia, Uganda, Yibuti y Sudán viajaron a Juba en una misión para intentar detener los enfrentamientos y mantener conversaciones con Salva Kiir.
Los ministros también trataron de visitar a los detenidos desde que comenzaron los disturbios el pasado domingo.
Los 15 miembros del Consejo de Seguridad acordaron un comunicado en el que urgieron a ambos dirigentes a "demostrar liderazgo para lograr una solución rápida y pacífica a esta crisis, haciendo un llamamiento al fin de las hostilidades y comenzar inmediatamente el diálogo".
Obama pide cese de violencia
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó al fin inmediato de la violencia en Sudán del Sur, advirtiendo que el país se encuentra al borde de una guerra civil.
El miércoles, Estados Unidos desplegó "aproximadamente" 45 soldados en Sudán del Sur "con el fin de asegurar la protección de los ciudadanos e intereses estadounidenses", dijo Obama en una carta dirigida al Congreso el jueves.