Especialistas coincidieron en que es preocupante observar cómo las discusiones y otro tipo de reacciones violentas prácticamente se han naturalizado en algunas parejas.
Más teniendo en cuenta que -como bien advirtió la coordinadora de Derechos Humanos y Género de la Ciudad de Mendoza, Cecilia Diez- “en cualquier relación el amor está muy lejos del dolor, la violencia y el maltrato. Ante cualquiera de estas situaciones hay que estar alerta y pedir ayuda”.
Roxana Corinaldesi, de la defensoría de Menores de la Dinaf, sostuvo que -tristemente- hoy la violencia está en todo. “Los juegos en las escuelas, la forma de socializar, la manera en que los grupos de chicos se demuestran afecto. Pareciera ser que las relaciones de afecto se basaran en ello. Si hay más comportamientos violentos en todo lo cotidiano, también está presente en las relaciones”, advirtió la funcionaria.
En la misma sintonía, la psicóloga Nancy Caballero también se refirió a esta preocupante naturalización en el día a día. “La violencia como estilo comunicacional está llegando a todos los grupos. Se está perdiendo, por ejemplo, el dar la mano o un abrazo en grupos de amigos y se cambia por un golpe. En las parejas ocurre lo mismo.
Gestos que antes eran de cariño se han remplazado por empujones, tirones de pelo o cosas por el estilo. En los talleres que encaramos para adolescentes sobre violencia hacemos hincapié justamente en no naturalizar los golpes o agresiones ni el remplazo de palabras y gestos lindos por agresiones o insultos”, indicó la especialista.
Sólo en la Ciudad de Mendoza, durante los últimos seis meses se atendieron 73 casos de cualquier tipo de violencia de género.
Desde la adolescencia
En el área que coordina Diez existe un programa que se aboca a los casos de violencia en el noviazgo. “Los primeros pasos en lo que se refiere a relación suelen darse en la adolescencia y es allí donde se pueden empezar a detectar las distintas formas de relación. En el trabajo que nosotros encaramos hacemos hincapié en el concepto de ‘amor romántico’, que es ese ideal que suele hacerse una chica de su pareja y que suele traer desencantos cuando no está a la altura de esa idea".
"Esa desilusión puede traer situaciones de tensión o, por ejemplo, la aparición de los celos. Por un lado se quieren presentar como una muestra de amor, pensando que la otra persona nos regala un celular último modelo (por ejemplo) porque nos ama. Pero después empieza a llamar todo el tiempo para saber dónde estamos. En el fondo los celos son una muestra de posesión y nunca pueden ser buenos”, indicó Diez, aclarando que son disparadores que confunden y que deben ser tenidos en cuenta.
Resaltó que son comunes los casos de violencia de parejas adolescentes o jóvenes entre los casos que han atendido, aunque no son los únicos. “Hemos notado que la forma de vincularse en muchas relaciones es muy tensa, y lo más grave es que parece estar naturalizado. Lo que nosotros tratamos de demostrar es que hay otra forma de vincularse. En el caso de los jóvenes o adolescentes, buscan idealizar mucho al otro y los niveles de desilusión son altos”, insistió.
El programa en la Ciudad de Mendoza funciona desde hace 8 años y, además de la protección y promoción de los derechos, se complementa con talleres de capacitación laboral para mujeres. Esto responde a la necesidad de que no estén atadas también a la violencia económica.
En escuelas y otras instituciones, en tanto, están trabajando con el elenco teatral El Emú, que aborda estas problemáticas con un fin informativo y concientizador.
Para Caballero, en tanto, otro de los problemas que tiene la violencia es justamente su escalada. “Una vez que comienza, es difícil volver atrás. Usando palabras o gestos violentos se tiende a naturalizar. Las agresiones pueden empezar en lo verbal y continuar en lo físico”, indicó la psicóloga, quien también brinda talleres sobre adolescentes y violencia en la Municipalidad de Godoy Cruz.
“Se está viendo mucho en parejas de adolescentes y es alarmante. La violencia es el quiebre de la palabra. Cuando no podés discutir dejás de lado la palabra para pasar a la acción”, sentenció Caballero.