Hubo en todo el mundo, durante todas las eras, violaciones en grupo. Pero en el último tiempo, la situación se ha complejizado y los casos parecen multiplicarse (aunque los especialistas no tienen claro si aumentaron los hechos, o se visibilizan más, o ambas cosas). Pero el término "en manada" se hizo tristemente conocido en España, con un caso de sevillanos que violaron a una joven durante un largo periodo de tiempo. Fue en la fiesta de San Fermín de 2018.
El caso de violacion en manada por el que fueron encausados los españoles José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero, Ángel Boza y Antonio Manuel Guerrero, ha sido el más mediático de los últimos años en lo que a agresiones sexuales múltiples se refiere. Los actos de la "Manada" (así se conoció en la prensa ibérica) y las decisiones judiciales que se han tomado respecto a su situación legal han provocado reiteradas manifestaciones convocadas por asociaciones feministas para protestar por una resolución que estas consideran injusta. Una de las principales marchas callejeras tuvieron lugar solo un día después de que el Tribunal Superior de Navarra tampoco accedía a la petición de que la agresión de la Manada fuera considerada violación y, por lo tanto, conllevara más pena de prisión para los cinco condenados.
Cuatro de los cinco jóvenes se conocen desde pequeños. Su barriada Amate es junto a Los Pajaritos las dos zo más pobres de España, con una renta neta media de 12.307 y 13.180 euros respectivamente, según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sus habitantes ganan diez veces menos que los de los barrios madrileños de El Viso y Piovera, a la cabeza de la estadística
Sin embargo, el caso de la Manada de los cinco amigos sevillanos no ha sido ni mucho menos el único caso de agresión múltiple que ha tenido lugar desde entonces en España. El 2 de noviembre de 2016, apenas cuatro meses después de lo que ocurrió en Pamplona, tres jóvenes fueron detenidos en Mataró (Barcelona) por violar a una chica de 17 años con discapacidad intelectual. Dos meses después, el Ayuntamiento de Barcelona denunció públicamente que había un grupo de franceses de origen marroquí que cruzaban la frontera, viajaban hasta Barcelona para pasar el fin de semana y agredir a mujeres y regresaban el domingo por donde habían venido.
En la otra punta de España, en Cádiz, el 12 de septiembre del año siguiente, la Policía Nacional detuvo a media docena de menores por abusar de dos niñas de 12 y 13 años. Todos ellos estaban internos en un centro de acogida de menores inmigrantes y salieron a la calle para agredir a las chicas.
Un mes más tarde, la Guardia Civil detuvo a cuatro hombres por violar por turnos 10 meses antes en la localidad grancanaria de Mogán a una turista de nacionalidad danesa. Los cuatro fueron puestos en libertad con cargos. Los investigadores, que identificaron a los arrestados gracias a las cámaras de un centro comercial, aún buscan a un quinto agresor.
Antes de que acabara ese año, una soldado destinada en Antequera denunció que un sargento y un cabo mayor abusaron de ella durante la madrugada del 10 de diciembre, en plena celebración de la patrona del Ejército del Aire. La Policía Científica, sin embargo, no encuentra responsables de la violación después de analizar el ADN del supuesto acosador y compararlo con el de los acusados por la víctima.