"Existe una teoría que indica que en la etapa de crianza en las bodegas, si se pone música suave y buena, los vinos mejoran; creo que hay algunos estudios al respecto".
Quien narra esta idea, bastante incomprobable pero llena de poética etílica, es Miguel Ángel, uno de los 150 asistentes a la bodega Dante Robino que fueron a escuchar al Quinteto Ciudad en el marco de los conciertos "Música Clásica por los caminos del vino" que ya va por la edición 19.
Dante Robino, la bodega anfitriona, está sobre calle Quintana de Perdriel y el día de ayer le jugó a favor para la convocatoria: una tarde en perfecta calma, un paraje cubierto por el sol tibio de un otoño suave que comienza a darle la bienvenida al amarillo de las hojas y un grupo musical de excepción.
El Quinteto Ciudad está integrado por Jorge Elías, saxo soprano; David Gologorsky, violín; Hugo Larrañaga, contrabajo; Omar Brizuela, guitarra eléctrica; Silvina Pérez Lacon, piano, y David Marcelo Narváez, batería. Y llevaron a cabo un programa de Suite Troileana: Bandoneón, Zita, Escolaso.
Anfitriona
En calidad de anfitriona estuvo Fernanda Squassini, una de las propietarias de Robino y encargada de las Relaciones Institucionales. "Somos anfitriones desde 2011 y cada vez estamos más contentos con los resultados de esta iniciativa", dijo la mujer que recibía con una sonrisa a los asistentes y quien estuvo a cargo de presentar la velada.
El sitio escogido fue la “sala de barricas”, plagada de toneles y barricas recicladas que se convirtió en una suerte de pequeño teatro con butacas blancas y donde el quinteto subió a escena minutos después de las 17 con lleno total.
"Me parece excelente la iniciativa, siempre vengo", contó la enóloga Gisela Ríos y explicó que el aroma a vino reinante en la sala "se debe a que estamos en época de descube y eso le pone más onda al concierto".
Luis Serrano, a cargo de la locución, presentó a los músicos y pidió que se apagaran los celulares. Con los primeros acordes del Quinteto Ciudad, ya se contaban al menos cuatro personas que filmaban el concierto, con sus celulares.
Los músicos manejaron el tiempo de su show de menor a mayor; se vigorizaban con cada tema nuevo y Jorge Elías, a cargo del saxo soprano que hacía las veces del bandoneón de Piazzolla, era el que hablaba con el público de vez en cuando.
"Vine por dos motivos: uno porque me encanta la idea de juntar la música clásica con el vino y otra porque mi mujer es la tecladista", contó Damián Salamone, presidente del IPV mientras fotografiaba a su esposa como un fan más. Pasadas las 18 y con el público a los pies del quinteto, Jorge Elías preguntó: "¿Alguien quiere Adiós Nonino?".
No fue el último tema ya que “Libertango” le siguió y para entonces los asistentes se habían parado de sus sillas y los celulares filmando ya no eran dos o tres: eran como cuarenta.
Para el epílogo, las puertas de la “sala de barricas” fueron abiertas y las luces del atardecer en esa zona privilegiada de Luján de Cuyo ingresaban de la mano de la melancolía que despiden los temas de Piazzolla: el Quinteto Ciudad había logrado el clima perfecto.
Los concurrentes se fueron contentos con lo que sus oídos escucharon. Y luego con lo que probaron sus paladares: los organizadores regalaron una copa de vino, de espumantes y empanadas.
Hoy en Villavicencio, Junín y en el Independencia
Hoy a las 15 en la Reserva Natural Villavicencio actuará el Coro de Jóvenes de la UNCuyo, dirigido por Ángela Burgoa, más un ensamble coordinado por Héctor Colombo que interpretarán la "Misa Tango" de Martín Palmeri. Paisajes y sonidos especiales.
En Bodega Raíces (Junín). A las 20. La soprano Jimena Semiz y el Cuarteto Ludwig, que este 2019 cumple los 20 años de trayectoria, delineó un programa con interesantes arreglos de arias y otras piezas.
Mientras que en el Teatro Independencia a las 21. Marcelo Balat ofrecerá una selección del piano romántico, desde Schubert a Chopin.