Ver ponerse el sol entre las montañas, en el marco inigualable que propone un ambiente natural y exquisitamente cuidado como el que brindan los viñedos mendocinos, forma actualmente, parte de las innumerables propuestas enoturísticas con que las bodegas buscan atraer al público local y deleitar al visitante nacional y extranjero.
Tal como ocurre en otras grandes capitales del vino, desde hace unos años, los establecimientos vitivinícolas mendocinos han adherido y dado forma a una pujante industria del turismo vinculado al vino que en cada temporada suma nuevas y más innovadoras opciones.
Cabalgatas al atardecer; partidos de polo; momentos con música en vivo; sesiones especiales con conocidos dj´s; atardeceres de tragos y cócteles novedosos; picnics en los jardines o tranquilas fiestas que comienzan de día, constituyen hoy un nuevo formato de salidas que logra brindar placer a los sentidos y proporcionar una experiencia inspiradora.
Todo esto, de la mano del conocimiento y el relax, ya que además ofrecen la posibilidad de conocer el proceso de elaboración del vino, degustación de ejemplares y la oportunidad de mantener una charla junto a su creador -el enólogo-; el chef o el mismísimo dueño de una bodega.
Este tipo de acciones colabora con la firma en el posicionamiento de su marca y permite -además de aumentar la oferta ante operadores turísticos- fidelizar a clientes locales, difundir la actividad en los medios de comunicación, figurar en las redes sociales y por ende, participar de la búsqueda que los internautas -especialmente los foráneos- realizan cuando deciden dónde ir y qué hacer en cada uno de sus viajes.
Este fenómeno del “sunset”, especialmente disfrutado cuando las temperaturas son cálidas, proporciona una ganancia en el corto plazo a las bodegas; es un aporte fundamental para el desarrollo de la misma como un espacio en el que se pueden realizar los más sofisticados eventos sociales y corporativos, y un especialísimo momento para fomentar el consumo del vino después de un agitado día de actividades.
Acompañados por un menú que integra pequeños platos degustación o comida "finger food" (refinados bocados aptos para comer con las manos) y las sugerencias de los vinos para un perfecto maridaje, Santiago Orozco Russo, el chef a cargo de la cocina de la bodega Andeluna, afirma que "los atardeceres que ofrecemos son momentos muy gratos en los que alguien que visita el Valle de Uco puede pensar en relajarse y disfrutar, y además de quedar seducido por el paisaje, se acerca indefectiblemente al vino y lo conoce más, lo experimenta, lo estudia".
Santiago nos acerca tres propuestas para que te deleites con tan solo imaginarlo.
Una laureada experiencia de sensaciones
Santiago Orozco Russo se formó en la escuela de gastronomía Islas Malvinas. Tiene una experiencia de 15 años y su trabajo es sinónimo de búsqueda constante de innovación.
Seducido por la cocina francesa y los sabores del hogar de sus ancestros, la alquimia de sus manos, expertise y creatividad, convierten cada día a los productos regionales en una exquisita experiencia que deleita los sentidos.
Actualmente está a cargo del restaurante de la bodega Andeluna, en el Valle de Uco, que cuenta entre sus galardones con el premio en la categoría "Mejor Experiencia en Restaurante de Bodega", dentro del concurso Best of Wine Tourism, de las Grandes Capitales del Vino (edición local en 2014).
Desde hace unos años el restaurante que comanda este apasionado chef está en la lista del top ten de restaurantes en bodega, y su entusiasta equipo de Marketing y Enoturismo no dejan de sorprender al visitante con cada una de las opciones que desarrolla (after office, cena de San Valentín, presentación de colecciones de moda, tardes de Carnaval y primer atardecer del año 2017, entre otros, con diversas propuestas en galerías e interior).
Junto a bodega Séptima, Kaikén, Dominio del Plata, Santa Julia, Renacer, SinFin, Altavista, Norton y Giménez Riili, entre otras, desarrollan este tipo de productos para disfrutar al máximo de un maravilloso atardecer.
Manos a la obra
Sopa paraguaya con tomate de la huerta y pesto de albahaca fresca
20 porciones (dependiendo de cuán grande lo cortes)
Ingredientes
Harina de maíz 300 grs.
Queso pategrás 500 grs.
Cebollas 700 grs.
Leche 500 cc.
Huevos 4 unidades
Tomates frescos
Pesto de albahaca
Elaboración:
Cortar la cebolla en pluma, bien finita. Rehogarla hasta que quede transparente. En un bol mezclar la harina de maíz (polenta para nosotros) con la leche caliente, el queso cortado en cubitos y los huevos.
Cuando las cebollas estén frías mezclar todo. Colocar en una fuente y llevar al horno 30 minutos hasta que quede firme. Cortar en porciones y servir tibio con tomates y pesto de albahaca fresca.
Carpaccio de sandía al horno
(para 5 comensales)
Ingredientes
Rebanada de sandía sin semillas 1 unidad
Aceite un chorrito
Sal y pimienta una pizca
Rúcula fresca sin cabos un puñado
Aceto balsámico tipo reducción c/n
Sal rosada c/n
Elaboración:
Cortar la rebanada de sandía de unos 8-10 centímetros de grosor y eliminar toda la cáscara.
Alistar una bandeja para horno con papel manteca. Colocar la sandía de lado, regar con aceite y añadir sal y pimienta a gusto.
Llevar la sandía al horno y cocinar a 120ºc durante unos 35 minutos o hasta que la sandía esté compacta (se comprueba haciendo presión con la yema de los dedos, la sandía debería sentirse más firme).
Retirar la sandía de la placa del horno y dejar que se enfríe. Cubrirla con papel film transparente y conservarla en la heladera.
Para servir, cortar la sandía en tajadas muy finas y pinchar en un tenedor junto con una hoja de rúcula sobre un plato llano. Finalmente, regar el carpaccio con el aceto balsámico, moler un poco de pimienta fresca y agregar sal rosada.
Filet de lomo a la parrilla con mayonesa de limón y pan de aceite de oliva
(para 10 porciones)
Ingredientes
Filet de 2 kilogramos limpio 1 unidad
Aceite de oliva c/n
Romero, tomillo y orégano fresco a gusto
Sal entrefina
Para la mayonesa de limón
Huevo 1 unidad
Aceite de girasol 250 cc.
Jugo de un limón
Sal y pimienta negra a gusto
Para el pan de aceite de oliva
Harina 000 1 kg.
Agua tibia 600 cc.
Sal 20 gr.
Aceite de oliva Arauco 150 gr
Levadura seca 25 gr.
Elaboración:
Adobar el filet con las hierbas y el aceite de oliva y dejar macerar durante varias horas. En una parrilla caliente, asar el filet entero (así conserva los jugos en su interior) junto con todas las hierbas arriba de la carne hasta el punto deseado. Cortar en pequeñas rodajas para montar sobre el pan.
Para la mayonesa: colocar el huevo en el vaso de la licuadora de mano. Agregar el aceite completo, el jugo de limón, la sal y la pimienta. El brazo de la licuadora debe tocar el fondo del recipiente. Comenzar a licuar sin levantar el brazo (ahí el secreto). Cuando comience a emulsionar casi la totalidad del volumen, ahí recién levantar el brazo y terminar de mezclar el aceite que quede remanente.
Para el pan: colocar toda la harina en un bowl, sobre ella la sal y mezclar. Incorporar la levadura y volver a mezclar. Sumar el aceite y comenzar a amasar. Ir agregando agua a medida que va pidiendo la masa hasta lograr una preparación lisa. Dejar leudar hasta el doble de su tamaño. Porcionar en bollos pequeños y abollar. Dejar leudar y cocinar en horno moderado hasta que doren.
Servir cortando el bollo por la mitad, agregar mayonesa y carne.