Los problemas derivados este año de las contingencias climáticas y el bajo precio percibido por las uvas, golpearon duro también en las cuentas de los elaboradores mendocinos de vino casero.
Son, en su gran mayoría, pequeños viñateros que agregan valor a una parte menor de su producción (la normativa vigente para esta categoría establece un límite de 4.000 litros por año) y el resto lo venden en las bodegas.
Esta temporada, el volumen se vio disminuido en parte por las heladas y, más ahora, por los problemas sanitarios derivados del exceso de humedad que provocaron las lluvias. A ello se suma el agravamiento de las condiciones de venta de las uvas que no tienen destino de elaboración propia, porque las bodegas estarían pagando, en algunos casos, menos que el año pasado.
El viñatero está mal
Jorge Egea es productor vitícola y elaborador de vino casero en El Toledano, unos 7 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Rafael. Junto con su hermano Jaime, trabaja aproximadamente 3,5 hectáreas de uva malbec. Destaca que "el hecho de elaborar por nuestra cuenta nos permite agregarles valor a los 6.000 o 7.000 kilos de uva que necesitamos para hacer los 4.000 litros. Esto nos ayuda a defender un poco el precio del producto, porque en la finca la rentabilidad es poca o ninguna".
Egea elabora bajo este concepto entre el 10% y el 12% de su producción de uvas y el resto lo vende a las bodegas. Se lamenta porque "llevamos tres años sin aumento en el precio de la uva, y no sólo eso, creo que este año nos van a pagar menos todavía". El productor recuerda que "el año pasado nos ofrecieron $ 3,70 el kilo y este año se habla de $ 3,60 por las uvas malbec".
Su coterráneo José Luis Martínez tiene producción de uva en la zona de La Llave, 38 kilómetros al este de la ciudad de San Rafael. Coincide en que la actividad, "en este momento, está complicada por la situación económica; tenemos costos actualizados, pero con los valores de la producción de hace cuatro años"; sobre todo la parte de las uvas que venden a otros establecimientos. Pero aun en el caso de los vinos caseros que elabora, "no hemos podido aumentar los precios al mismo ritmo que nuestros costos porque los vinos, en general, no han aumentado lo que han subido otras mercaderías".
Daños sanitarios
En el Norte de Mendoza la situación no es distinta. Gustavo Rivero, presidente de la Asociación de Elaboradores de Vino Casero de Lavalle, advierte que este año hay productores que van a cosechar la mitad -o menos- de lo que tenían a raíz de los problemas sanitarios que provocaron las lluvias.
Rivero, que tiene producción vitícola en el distrito El Plumero, al este de la Villa Tulumaya, dice que en los últimos diez años creció enormemente la cantidad de elaboradores, por lo que "el mercado está muy competitivo y cuesta más vender". Aun así, "la diferencia que hay entre el precio que paga una bodega por la materia prima y el que uno le puede sacar al vino de elaboración propia es de, aproximadamente, diez veces a favor nuestro".
El productor lavallino advierte que "si bien por el lado del elaborador de vino el mercado es prometedor, por el lado del productor de uva es desalentador". Aclara que el viñatero empezó a entregar sus uvas a los elaboradores de mosto porque si esperan que la uva tenga grado no va a llegar en condiciones, por el problema del clima. Sobre el precio, revela que "se está hablando de entre $ 130 y $ 140 el quintal ($ 1,30 a $ 1,40 el kilo) y, en algunos casos, entre 115 y 120 pesos", muy lejos de los $ 2,20 que ofrece el Gobierno en su operativo de compra de uvas para mosto.
Preocupa el futuro
José Luis Martínez reconoce que la elaboración del vino "es lo que hoy nos permite mantener la actividad de la finca, porque lo que es la venta de uva, cada vez está peor y no se ve una solución de fondo".
El vino casero se afianza como opción para pequeños viñateros
La producción bajo esta figura consigue mejor rentabilidad que vendiendo la uva a las bodegas, más con el fantasma de los bajos precios que acecha en esta vendimia.
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