“Esto es efímero, ahora efímero... Como corre el tiempo. Tic - tac efímero, luces efímeras... Pero te creo”. Tal como lo canta el Indio Solari en Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, todo es inmediato y de duración breve pero intensa en los tiempos que corren. No estamos descubriendo nada nuevo.
En la era de las redes sociales, el Mundial de Brasil no es ajeno a esta realidad de inmediatez y de caducidad. Tal vez por esto es que Vine es “la herramienta” de la Copa del mundo, a juzgar por el furor y exposición que está alcanzando. Por medio de esta aplicación desarrollada por Twitter, se pueden difundir los goles, jugadas polémicas y cualquier otra particularidad referida a la Copa que esté en formato de video, aunque con un único requisito: que la secuencia no supere los seis segundos.
Así las cosas, los goles que se conviertan en todos los partidos pueden ser reconstruidos en esta plataforma y con esta aplicación, sin la necesidad de ingresar a una computadora y verlo en un video de Youtube embebido en alguna página.
Vine permite verlos desde el smartphone sin siquiera tener que esperar que se cargue el streaming. Lo mismo ocurrió, por ejemplo, con el “saludo que no fue” de Lionel Messi a un niño antes del partido con Bosnia o con el fanático argentino que se encontró con algunos jugadores en el ascensor del hotel. Ambos episodios tienen su versión en Vine y siguen sumando reproducciones.
Este recurso es el preferido no sólo por los usuarios de las redes sociales sino también por los medios del mundo entero que -desde sus cuentas- viralizan los loops (reproducción continua) haciendo que los goles viajen por todo el planeta en cuestión de segundos.
Con sólo escribir en cualquier buscador "Vines del Mundial Brasil 2014", los resultados dan una infinidad de páginas para revivirlos.
Los videos cortos pueden ser compartidos a través de la red social homónima de la aplicación, así como también vía Facebook y Twitter.
Su nombre proviene de la palabra viñeta y el nombre de un filtro de fotografía ofrecido por Twitter.