Vinculan ola de sismos con operación gasífera en España

Durante setiembre hubo más de 300 temblores en la costa de Tarragona y Castellón, cerca de una planta subterránea de almacenamiento de gas.

Vinculan ola de sismos con operación gasífera en España
Vinculan ola de sismos con operación gasífera en España

Una oleada de sismos está sacudiendo la costa de Castellón y Tarragona, en el este de España, cerca de una planta subterránea de almacenamiento de gas a 22 km del litoral, que empezó a funcionar en junio.

La zona sufrió ayer diez terremotos leves, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que lleva contabilizados más de 300 en setiembre, con unas intensidades máximas de 4,2 grados de magnitud en la escala de Richter el martes y de 3,9 el lunes.

La constante actividad sísmica, que está alarmando a los vecinos de los municipios de la zona, empujó al ministerio de Industria, Energía y Turismo a detener la actividad de la planta el 16 de setiembre y a enviar este miércoles equipos técnicos que investiguen las instalaciones.

"El martes, sobre las 3 o las 4 de la madrugada me despertó una sensación extraña. Los cristales vibraban como si pasara un avión o un tren muy grande", explicó por teléfono Inmaculada Ramírez, de 55 años y dueña de un comercio de ropa del pueblo de Vinarós, delante del que se instaló la plataforma.

La iniciativa, bautizada Proyecto Castor, consiste en aprovechar un antiguo pozo petrolífero a más de 1.700 metros por debajo del fondo marino como un almacén de gas natural "para proporcionar estabilidad y fiabilidad de suministro al sistema gasista español", explica en su web la empresa española Escal UGS, encargada del proyecto.

El pozo, en el que de momento se han inyectado 100 millones de metros cúbicos de gas de los 1.300 millones que podría albergar, está conectado a una plataforma marina que, a su vez, se conecta por un gasoducto con el sistema de distribución de gas español.

"Es una actividad absolutamente regulada", afirmó una portavoz de Escal UGS, señalando que aunque "la adjudicataria es Escal, está sujeta a todas las directrices del ministerio", que en 2008 les otorgó la concesión de explotación.

La actividad sísmica ha suscitado la alarma de grupos ecologistas y de los vecinos tanto de Castellón como del delta del Ebro (en el sur de Cataluña), zona declarada en mayo como reserva de la biosfera por la Unesco.

"Exigimos que los técnicos de Industria resuelvan con celeridad y eficiencia esta situación porque lo más importante es garantizar la seguridad de nuestros municipios", pidieron en un comunicado conjunto los alcaldes castellonenses de Vinaós, Benicarló y Peníscola.

La misma exigencia formuló el gobierno de la región de Cataluña, cuyos municipios sureños, también han notado las vibraciones de los terremotos. "No es razonable que haya actuaciones que terminen derivando en movimientos sísmicos", lamentó su portavoz Francesc Homs.

"No hay duda sobre la relación entre la inyección de gas en el almacén subterráneo del proyecto Castor y los terremotos", afirma Ecologistas en Acción en un comunicado, pidiendo paralizar la planta que, según ellos, pone en riesgo a las personas y a la riqueza ambiental de la zona.

De momento, el ministerio de Industria ha decretado el cese temporal de la actividad en Castor a la espera de las conclusiones del informe que elaboren los expertos desplazados.

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