La victoria podría haber sido para cualquiera. Pero fue para el Lobo porque supo sacar la diferencia en el momento justo y supo mantenerla, en los minutos finales, cuando el Canario, a los empujones, intentaba lograr el empate.
Hasta que ambos equipos se acostumbraron al estado del campo de juego, el partido fue realmente aburrido. Maximiliano Mascareño ingresó al área por la derecha, Camardo le cometió falta y el juez marcó el punto penal. Edelmiro Martinich se encargó de cambiar la pena máxima, por el primer gol de la tarde.
Vera tuvo la chance de marcar la igualdad, pero la pelota se fue por arriba del travesaño, y con esa sola jugada de riesgo, se fue la primera parte.
En el complemento, el local mejoró con el ingreso de Jorge Sotelo, pero fue el Lobo el que volvió a concretar tras una muy buena jugada de Jorge Olmedo que terminó, también de manera brillante, Jorge Arabalé.
Parecía liquidado pero apareció la efectividad de Roberto Vera entrando por derecha y sacándose a un defensor de encima. Sin embargo la alegría duró poco porque desde un tiro libre ejecutado por Rebeco, Figueroa en soledad cabeceó para vencer a Leonardi.
Sobre el final Sotelo desparramó a Quevedo y terminó de redondear el marcador.
En Villanueva, el Lobo fue más efectivo
Gimnasia venció a Murialdo por 3 a 2. El Canario terminó con un jugador menos.
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