Todo bajo vértigo. Así pasaron las últimas horas de ayer en el Deportivo Guaymallén. Es que el ciclo del técnico Alfredo Funes finalizó abruptamente, luego de una reunión que mantuvo el presidente del club, Manuel Gil y “Freddy” Funes.
Ante este panorama, la dirigencia del “Cacique” llamó telefónicamente a Andrés Villafañe a las 14, y sobre las 16, el “Cabezón” ya estaba a cargo del equipo.
Funes ya había puesto a disposición su renuncia tras no conseguir encaminar al equipo. Además, a esto, se le sumó el cabezazo que le propinó al árbitro Guillermo Dávila, a quien agredió luego de que lo expulsara en el partido en el que Guaymallén cayó ante Gutiérrez 3-1.
Luego de la práctica de ayer, el flamante técnico, Andrés Villafañe, quien emprende su segundo mandato dirigiendo al “Tricolor”, remarcó: “Contento de regresar al club. Está bien, llego sobre una instancia delicada, pero esperamos revertir esa situación”, fueron las primera palabras a la prensa en la tarde de ayer.
En relación a cómo se dio su vinculación, recordó: "Todo pasó demasiado rápido. Esperamos hacer lo mejor para el club y salir a ganar el domingo (vs. San Martín). Me gustan los desafíos y somos conscientes de que estamos lejos de la clasificación pero nada es imposible".
En relación al equipo para un rendimiento óptimo, dijo: "Hay que mejorar cosas y si bien no tenemos mucho tiempo, esperamos ganar el domingo. Será clave ese resultado".
Sobre si estará por las tres fechas que restan del torneo o continuará con un proyecto, adelantó: “Para nosotros lo primero es trabajar, en el poco tiempo que tenemos, para el partido del domingo. En las próximas horas hablaremos con el presidente sobre otros temas y seguramente sobre la continuidad o no”.
Villafañe es un viejo conocido en Guaymallén ya que lo dirigió en el Argentino B, donde fue eliminado por el Deportivo Roca y estuvo al mando del equipo mendocino que más lejos llegó en la Copa Argentina (fue derrotado por el Deportivo Merlo en el ‘Bicentenario’ de San Juan.