Guillermo Vilas, José Luis Clerc, David Nalbandian, incluso Juan Martín Del Potro... La lista de víctimas de la particular 'maldición argentina' en las finales de la Copa Davis tiene grandes nombres, a la espera de que el país salde este fin de semana en la final de Croacia una vieja cuenta pendiente. ¿Conquistará por fin Argentina la 'Ensaladera de Plata'? El país de Diego Maradona y Lionel Messi, el país en el que nació el gran piloto Juan Manuel Fangio, el de la "Generación de Oro" campeona olímpica de basquetbol, tiene en el tenis una espina clavada.
“Es una final diferente, con diferentes compañeros, otro capitán y en otro país”, destacó Del Potro en una conferencia de prensa en Zagreb, para intentar marcar distancias con el pasado.
Argentina debutó en la Copa Davis en 1923, con una eliminatoria perdida por 4 a 1 ante Suiza. Empezaba así un camino en el que a menudo transitó por la división regional, en un segundo plano. Pero el destello que cambió todo llegó en 1981, año en el que se estrenaba el formato con un Grupo Mundial -como persiste actualmente- y en el que Argentina fue deshaciéndose sucesivamente de Alemania Federal, Rumania y Gran Bretaña.
Se clasificó así para la primera final de su historia, que se jugó en diciembre de ese año en el Riverfront Coliseum de Cincinnati, en Estados Unidos.
Allí Vilas y Clerc, cuya mala relación aquellos días fue muy comentada, intentaron la hazaña. El primero cayó de entrada ante John McEnroe y el segundo pudo restablecer la igualdad superando en el segundo individual a Roscoe Tanner.
El partido de dobles pasó a la historia del torneo y allí la dupla Vilas-Clerc cayó en cinco sets ante McEnroe y Peter Fleming, con un 11-9 en la manga decisiva. Clerc cayó ante McEnroe en el siguiente individual y se culminó el desastre
Larga espera
Hubo que esperar 25 años para volver a ver a Argentina en una final de la Copa Davis. Fue en la edición de 2006, en Moscú, donde Rusia se impuso 3-2 a Argentina. David Nalbandian, que perdió en el choque de dobles, consiguió los dos puntos argentinos, en una eliminatoria que llegó igualada 2-2 al último duelo, en el que José Acasuso sucumbió contra el local Marat Safin.
Nalbandian volvió a estar en la final de 2008, que Argentina disputaba por primera vez en su casa, en Mar del Plata. Junto a él estaba Juan Martín Del Potro y enfrente una España mermada por la baja de Rafa Nadal, con lo que todo parecía preparado para la coronación argentina.
Pero Del Potro cayó por sorpresa ante Feliciano López en el primer día. La derrota argentina en el dobles dejó la misión complicada y Del Potro renunció a última hora a jugar el cuarto individual. Tuvo que salir a jugar Acasuso, que perdió frente a Fernando Verdasco.
El desastre se había consumado y la crisis estaba más que abierta, con malestar del equipo argentino, especialmente de Nalbandian hacia Del Potro. La cuarta final fue en 2011 y de nuevo contra España, aunque entonces como visitantes en Sevilla y con las expectativas más reducidas.
Los españoles ganaron 3-1. Del Potro cayó en sus dos individuales, ante David Ferrer y Rafa Nadal, y Nalbandian ganó el único punto argentino, en el dobles haciendo pareja con Eduardo Schwank.
El país también tuvo actuaciones meritorias en otras ediciones, en las que alcanzó las semifinales (1977, 1980, 1983, 1990, 2002, 2003, 2005, 2010, 2012, 2013, 2015).
Desde el ascenso al Grupo Mundial en 2001 tras superar 5-0 a Bielorrusia en Córdoba, Argentina ha jugado en la primera división y allí se ha consolidado como una potencia de primer orden, a la que sólo le falta el título. Si lo consigue este fin de semana en Zagreb habrá saldado esa deuda histórica y rendirá homenaje a la larguísima lista de jugadores que lo intentaron sin fortuna, empezando por el mítico Vilas, el hombre que más series disputó (29) para el país y que ostenta el récord de victorias (57) de un argentino en la Copa Davis.
De Tandil a Zagreb: padre e hija, por la historia
José Luis Marcelo y su hija Josefina comparten un mate, cuentan su historia y los detalles de un viaje inolvidable que los llevó desde Tandil hasta esta capital balcánica, con la ilusión de ver la posible coronación de su coterráneo Juan Martín Del Potro.
El mate como protagonista de una historia podría remitir a una imagen que se repite a cada segundo en Argentina, pero José Luis y Josefina lo ceban y lo pasan de mano en mano en el motorhome que los trasladó más de 2.300 kilómetros, desde Italia, pasando por Austria, Alemania, República Checa y Eslovenia.
Su aventura empezó el 4 de noviembre, y ese viaje inolvidable lo planearon en los días posteriores al histórico triunfo en Glasgow, en el que Del Potro dio el batacazo ante Andy Murray. No solo manejaron desde Trento, sino que previamente caminaron 120 kilómetros en el tradicional recorrido de Santiago de Compostela, en España, ambos enfundados en la bandera argentina que dice Tandil que mandaron a confeccionar para alentar al equipo.
El motorhome es su casa desde hace días. Por estas horas, estacionado a unas pocas cuadras del Arena Zagreb. El mate corre y también la ilusión de ver otra vez a Tandil en lo más alto.
Diego Maradona estará acompañando al equipo
Diego Maradona alentará al equipo argentino de Copa Davis en la final que comenzará mañana en esta ciudad y el anuncio de su presencia generó gran expectativa en los hinchas argentinos que llegarán al Arena Zagreb, y también en los locales.
Al tradicional "Argentina-Maradona" que un taxista de cualquier país del planeta dispara al conocer la nacionalidad de sus pasajeros -ese fue el caso de los enviados de DyN-, le siguió un sonrisa amplia al saber que el "rey del fútbol, aunque ahora tienen a Messi", estaría en esta capital.
Maradona le hizo saber a los dirigentes de la Asociación Argentina de Tenis su interés por alentar al equipo y desde la entidad le aseguraron un lugar. Según se supo, el ex entrenador del seleccionado en el Mundial de Sudáfrica llegaba desde Dubai acompañado por tres personas.
Será la segunda vez que Maradona esté cerca del equipo en una final, siguiendo cada punto desde las tribunas, ya que fue uno de los animadores de la ruidosa hinchada argentina en la final de 2006, en Rusia.
En esa eliminatoria en Moscú, la segunda de las cuatro finales que perdió el equipo argentino, Maradona hasta ingresó al vestuario y arengó a los jugadores, aunque eso no alcanzó y el local festejó de la mano de Nikolay Davydenko y Marat Safin. Seguidor del tenis y confeso admirador de Del Potro, Maradona viajará en las próximas horas a esta ciudad y será acaso el más fanático de los hinchas.
Orsanic está entusiasmado con el equipo
El capitán argentino de Copa Davis, Daniel Orsanic, valoró que el equipo llega de muy buena forma a la esperada final que comenzará mañana en esta ciudad y celebró “el clima” que se generó previo a la competencia.
“Estamos bien, tranquilos, sentimos muchas similitudes con series anteriores, en cuando a la preparación y los estados de ánimo, y es lo que queríamos lograr. Se ha generado el clima que queríamos previo a la final”, dijo Orsanic en rueda de prensa.
Enfatizó Orsanic que la preparación fue “igual” que en eliminatorias pasadas y destacó la importancia de “mantener el mismo foco y así nos sentimos y creo que eso es un buen trabajo”. Además, consultado sobre la posibilidad de que Del Potro juegue los tres días, señaló que “físicamente están todos bien para aguantar tres días, pero tenemos buenas y distintas opciones”.
Por último, y sobre la llegada de Diego Maradona para alentar al equipo, Orsanic sostuvo que si quiere pasar a saludar al equipo le dará la "bienvenida" y “un abrazo”, pero insistió en que “los jugadores están ocupados en lo que tienen que hacer”.
El correntino Leonardo Mayer confió que piensa en la final desde la histórica victoria en Glasgow, en setiembre pasado. “Desde el día que ganamos en Glasgow pienso en la final. Aunque ya adentro de la cancha es igual a cualquier otra serie”, dijo.
El correntino, lejos de su mejor versión y después de pasar uno de sus peores años en el circuito, es de todas maneras una buena opción para el capitán Daniel Orsanic debido a que demostró en varias oportunidades que se potencia en la Copa Davis.
Tanto es así que tiene diez triunfos consecutivos en singles y le dio la victoria al equipo argentino en Glasgow.
Aseguró Mayer que no le importa si juega “uno, dos, tres puntos o ninguno. Solo me importa que el equipo rinda de la mejor manera posible”.
Ante la posibilidad de obtener un triunfo histórico, Mayer valoró que “todo el tenis argentino puede entrar en la historia, no solo nosotros. Los que jugamos este año y los que no”.