Varios países de América Latina, la región con el mayor número de católicos del mundo, celebraron con vigilias y misas masivas la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII para honrar con devoción a los nuevos santos.
"Ahora podemos decir: San Juan XXIII y San Juan Pablo II, rueguen por nosotros", dijo con énfasis en su homilía el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, a quien Jorge Bergoglio designó como su reemplazo cuando fue nombrado sumo pontífice en 2013.
En Brasil, que con 130 millones de fieles es el país con más católicos del mundo, una pequeña iglesia del barrio pobre de Alagados, en Salvador de Bahia, fue la primera en adoptar el nombre "San Juan Pablo II".
Por su parte, la Catedral Metropolitana de Ciudad de México recibió la noche del sábado a cientos de personas que celebraron las canonizaciones con una velada de oración, cánticos y alabanzas. El domingo, unas 10.000 personas acudieron a la Basílica de Guadalupe en la capital mexicana para una misa especial.
En San José de Costa Rica, unas 35.000 personas se congregaron la noche del sábado en el Estadio Nacional para acompañar en pantalla gigante la canonización.
En Chile, una enorme estatua de Juan Pablo II fue inaugurada ayer en Santiago en una ceremonia para celebrar su canonización, pero cuya instalación había sido rechazada cinco años atrás debido a su tamaño.