El martes será otra cosa, comentan en los despachos gubernamentales. Se refieren a seguir con el día a día de la gestión, en especial en la Legislatura, donde están ya en trámite los primeros proyectos del paquete presupuestario. Es que antes, puntualmente mañana a última hora de la tarde, está previsto el gran acto partidario de San Martín, donde el justicialismo espera recibir el espaldarazo partidario nacional que necesita para posicionarse de cara al difícil 2015 electoral que le espera.
Hay gran expectativa en el PJ porque no sólo se oficializa la nueva conducción unificada de Pérez y Ciurca, más una mesa de intendentes, sino que la celebración del llamado “día de la militancia” peronista pondrá en vidriera nacional desde Mendoza a muchos gobernadores, especialmente a aquellos que, como Scioli, pretenden llevar la bandera del oficialismo hacia las próximas presidenciales.
Precisamente, el sciolismo es el sector del peronismo nacional que más se ha movido para colaborar con este acto. Las encuestas en el país siguen apuntalando las pretensiones del gobernador bonaerense y en su entorno están convencidos de que quienes se animen a competir contra él en las PASO de agosto sólo contribuirán a fortalecer su candidatura.
Scioli, que en su provincia pudo darse el gusto de que le aprobaran bastante rápido el Presupuesto para el año que viene pero tiene serios inconvenientes con los trabajadores estatales, especialmente docentes, porque las finanzas no están para nada bien, ha decidido encarar estos meses finales del año con la idea de ir definiendo cómo será la relación con el kirchnerismo durante la campaña electoral y en especial si le toca conducir los destinos del país desde diciembre de 2015.
Por eso no debería pasar inadvertida la posible presencia en el acto de mañana de Eduardo “Wado” de Pedro, uno de los dirigentes K con mayor aceptación por parte del sciolismo. No vendrían muchos más. Dicen que el gobernador bonaerense tiene preferencias dentro del cristinismo y el camporismo a la hora de pensar en un posible compañero de fórmula, si es que las necesidades llevan al bonaerense a dejar de lado la idea de que su candidato a vice sea un gobernador peronista del interior (hasta ahora se ha hablado bastante del jujeño Fellner).
También se espera la presencia de ministros del gabinete nacional provenientes del justicialismo más tradicional, como Capitanich, hoy reducido a un irritante vocero de las broncas cristinistas contra los medios independientes y políticos opositores.
En cambio, nadie desearía en el elenco bonaerense la llegada de Florencio Randazzo, que no para de descalificar la gestión de Scioli en su afán por posicionarse para las primarias abiertas. En el sciolismo no entienden la actitud de Randazzo porque están convencidos de que la Presidenta “nunca” le daría su apoyo como aspirante a sucederla. De todos modos, Scioli y sus colaboradores decidieron no contestar agravios ni descalificaciones.
Por otra parte, va tomando fuerza en el equipo de campaña sciolista la idea de trabajar en lo que para muchos analistas todavía sigue siendo una cuestión imposible o de muy difícil concreción: un triunfo en primera vuelta. Se amparan en el voto de clase media moderada que apoyaría al ex motonauta, más la base tradicional de votos peronistas y el del núcleo kirchnerista.
Relación recompuesta. Mientras tanto aseguran. en el sciolismo bonaerense, que la relación de Francisco Pérez con el precandidato presidencial "volvió a su normalidad" tras haber digerido Scioli el mal trago de la reciente visita a Mendoza del ministro Randazzo, que lanzó sus críticas en presencia "y con el silencio" del gobernador mendocino
Por ello en el justicialismo local, seguramente todos los que tienen expectativas electorales para intentar ocupar el lugar que hoy tiene Pérez también buscarán aprovechar la movida partidaria de mañana.
Entre esos precandidatos no para de sorprender el ministro Marcelo Costa, que ya se perfila como el “candidato sciolista”. Es que desde su paso por el Ministerio de Hacienda supo mantener buen vínculo con varios funcionarios del gabinete de Scioli y se ha convertido en una especie de promotor de la visita periódica de aquellos a nuestra provincia. No hace mucho vino Marangoni, titular del Banco Provincia, y el viernes estuvo la ministra de Economía Batakis, que participó de un encuentro con 200 militantes peronistas en Luján. Se espera, en el marco de la movida de mañana, la presencia de Karina Rabolini, la esposa de Scioli, que pasaría a ser una pieza muy importante en la campaña presidencial que viene.
En la citada reunión de la ministra Batakis con dirigentes del PJ local, al hablar Marcelo Costa abundó en elogios al gobernador bonaerense, del que dijo que “tiene la lealtad, la experiencia y el conocimiento para conducir la Argentina en los próximos años”.
Volver a la gestión. Mientras tanto, desde el martes el gobierno de Pérez volverá a poner el ojo en los temas más importantes de gobierno. Tal como se anticipó, el proyecto de Presupuesto irá a la Legislatura unos días antes de la finalización de este mes. Mientras tanto en el oficialismo esperan que avancen sin mayores obstáculos los proyectos de Avalúo y ley Impositiva.
El mano a mano será con el radicalismo, el otro gran aspirante a la pelea por la Gobernación el año que viene. De ambos lados esperan cumplir con el compromiso de llegar a un acuerdo razonable que evite el escandalete de este año, que demoró la aprobación de la pauta de gastos y recursos ocho meses por las diferencias en torno al nivel de endeudamiento de la provincia.
Lo curioso es que faltando tan poco para que el Ejecutivo remita el proyecto de Presupuesto a la Legislatura todavía no logre destrabar la negociación con la Nación para poder endeudarse conforme lo autorizado en agosto en acuerdo con la UCR. Dicen en el Gobierno que hay que esperar ahora el regreso de Kicillof de la reunión del G-20.
El otro tema que deberá comenzar a resolver Pérez es el del calendario electoral provincial. Si bien desde el entorno del Gobernador aseguran que todavía no se ha hablado en profundidad de las PASO locales, es indudable que la decisión del intendente intertino de Capital, Rodolfo Suárez, de adelantar para febrero y mayo el cronograma municipal, sorprendió al Ejecutivo y lo obligó a interesarse más en el tema.
El lunes radical. También mañana, pero en Buenos Aires, el radicalismo escuchará voces de todos los rincones del país sobre la conveniencia o no de sumarse a nivel nacional al macrismo, mientras en varias provincias la dirigencia local opta por el PRO y hasta el massismo en su desesperación por definir cuanto antes estrategias para las distintas provincias. No se espera una reunión sencilla y eso repercute en la dirigencia radical mendocina, que también tiene su estado deliberativo con respecto a posibles alianzas o acercamientos partidarios.
Sin duda, un súper lunes tanto para peronistas cuanto para radicales. En el primero de los casos, con una gran fiesta de la que será sede Mendoza; en el de los radicales, con un cónclave a priori tenso, que preocupa a la gran mayoría de sus dirigentes.
Por José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar