La madre de la nena de 11 años, que quedó embaraza tras ser violada por la pareja de su abuela materna y fue sometida a una cesárea por orden judicial, rompió el silencio y contó el calvario que vivió junto a su hija.
La mujer acusó a autoridades del ministerio de Salud de Tucumán de haber obstaculizado la interrupción legal del embarazo (ILE) que solicitó en varias ocasiones por ella y su hija.
"No recuerdo bien cuándo se pidió formalmente la ILE, si fue una o dos semanas después de que mi hija quedó internada en el hospital del Este", contó la madre de la niña abusada en una entrevista con el diario La Gaceta.
La mujer sostuvo que “tenía miedo de perder a mi hija porque el doctor Gustavo Vigliocco (titular del Sistema Provincial de Salud - Siprosa), me había dicho que se podía morir si intervenían el embarazo”.
"Me dijo (Vigliocco) que la matriz de mi hija era gruesa, que estaba llena de coágulos, que al cortarla se podía desangrar y que yo iba a llevar una carga de conciencia", detalló.
La madre de la menor, a quien llamaron Lucia para proteger su identidad, contó que el titular del Siprosa le pedía que espere siete meses porque entonces “la criatura ya iba a tener madurados los pulmones, iba a nacer bien y mi hija no iba a correr peligro; yo le decía que no, porque ella no quería tenerlo”.
Además, dijo que Vigliocco propuso adoptar y criar al bebé. "Me dijo 'si no querés darlo en adopción, te prometo que me hago cargo del bebé, lo voy a criar como mi propio hijo'. Me prometió que íbamos a tener todas las comodidades y me regaló una Tablet”, agregó.
También acusó a las autoridades del hospital de demorar la ILE a su hija: “pasaron como dos semanas que solicitamos la operación y nada, todo el tiempo me ponían una excusas”.
En una entrevista para el Tucumano, la mujer contó cómo que pese a que le había hecho confeccionar una lista con los nombres de las personas que podían ver a su hija, todos los días era visitada por un cura.
"A mi hija le decía que ella lo tenía que querer (al bebé). Ella le respondía ´no lo quiero´. Él le contaba la historia de la Virgen de Guadalupe. Ella le gritaba para decirle que no se le arrime y él lo hacía igual para hacerle cruz en la frente", relató la mujer.
Finalmente, la mujer se puso en contacto con la abogada Florencia Vagino, de la organización Andhes, quien acompañó a la familia en el proceso legal.
La niña fue sometida a una micro cesárea el 27 de febrero por un fallo judicial que determinó la práctica, y el viernes 8 de marzo murió la beba nacida luego de 23 semanas de gestación y con 660 gramos de peso.
Días después, la niña recibió el alta médica del hospital donde permaneció internada desde que se denunció el caso.
La cesárea fue practicada por el doctor José Gigena y la doctora Cecilia Ousset, especialistas que no pertenecen al cuerpo médico del hospital donde la niña estaba internada, ya que estos se declararon objetores de conciencia y se negaron a realizar esa práctica.
La madre de la menor de edad denunció el 5 de febrero en la Unidad Regional Este de Tucumán que su hija había sido abusada sexualmente por la pareja de su abuela materna.
La mujer llevó a la niña a un Centros de Atención Primaria de Salud (Caps) de la zona, donde le confirmaron el embarazo de 16 semanas, tras lo cual fue trasladada al hospital del Este.