Al menos 73 personas, entre ellas numerosos peregrinos, murieron este jueves en el incendio de un tren de pasajeros en Pakistán, provocado por la explosión accidental de varias bombonas de gas, indicaron las autoridades.
El tren incendiado está actualmente inmovilizado cerca del distrito de Rahim Yar Khan, en la provincia de Punyab, en el centro de Pakistán.
El fuego se extinguió a media mañana mientras los servicios de socorro seguían trabajando en los vagones carbonizados de los que todavía salía humo, indicaron periodistas de la AFP en el lugar.
"Según la información que nos llega del lugar del accidente, más de 65 personas murieron y otras 40 resultaron heridas", dijo a la AFP la ministra provincial de Sanidad, Yasmin Rashid.
Los heridos están siendo evacuados hacia hospitales de la región, añadió. Hasta ahora solo 18 cuerpos fueron identificados, indicó la ministra.
Un total de tres vagones, dos de segunda clase y uno de primera, se incendiaron tras la explosión de dos bombonas de gas que los pasajeros utilizan para calentar comida, indicó a la AFP Ali Nawaz, un alto responsable del transporte ferroviario pakistaní.
La mayoría de víctimas son peregrinos que iban a una celebración religiosa cerca de Lahore (este), según la misma fuente.
Por su parte, Adnan Shabir, portavoz de los servicios de socorro locales, el balance del accidente es de 73 muertos y más de 40 heridos.
El primer ministro Imran Kahn dijo estar "profundamente triste por la terrible tragedia" y anunció la apertura de "una investigación inmediata, que hay que completar urgentemente", declaró en Twitter.
Las cadenas de televisión difundieron imágenes del tren con varios vagones devorados por las llamas.
"Terrible tragedia en un tren Tezgam [el nombre de la línea] por la explosión de una bombona de gas aportada por un pasajero. Oraciones y pésame a las familias de las víctimas", escribió la ministra paquistaní de Derechos Humanos, Shireen Mazari, en Twitter.
El accidente "se podría haber evitado", añadió, y lamentó que muy pocas veces se controlan los equipajes a bordo de los trenes.
Los accidentes ferroviarios son frecuentes en Pakistán, un país que heredó de la dominación colonial británica una gran red de ferrocarriles, actualmente en muy mal estado, consecuencia de décadas de corrupción, de falta de inversiones, de mantenimiento y de una gestión inadecuada.
En julio pasado un choque entre dos trenes en la misma zona dejó 23 muertos. Imran Khan pidió entonces "medidas de urgencia para hacer frente a décadas de negligencia en las infraestructuras ferroviarias".