La guerra comercial que existe entre Konami y FIFA por los derechos de las principales ligas del mundo no cesa. Hace apenas unos meses ambas empresas negociaron con los clubes contratos exclusivos a cambio de sumas millonarias, y Boca, que por entonces todavía tenía a Daniel Angelici como presidente, llegó a un acuerdo con una de ellas. Sí, Konami desembolsó 1.2 millones de dólares para quedarse con los derechos de Boca y usar su marca en la nueva edición de su principal videojuego, el eFootball PES 2020, mientras FIFA tuvo que resignarse a ponerle Buenos Aires FC al conjunto xeneize.
¿Qué cambió? Por el momento, nada. Sin embargo el flamante vicepresidente Mario Pergolini ya avisó que tiene pensado convocar a la gente de Konami para transmitirle que el deseo de la nueva dirigencia es terminar con la exclusividad de los derechos.
"Es un error que Boca no tenga presencia en el videojuego de FIFA porque tiene un convenio con el PES; es quedarse afuera de millones de personas", explicó hace unos días quien va a encargarse no sólo del proyecto de ampliación de la Bombonera sino también de potenciar las áreas de comunicación y marketing.
Cuando Boca cerró contrato con Konami, la suma que ofrecía FIFA era muchísimo menor: apenas 65 mil dólares contra el millón dos cientos mil que acercó la empresa japonesa.
Habrá que ver cómo negocian a partir de ahora los nuevos acuerdos, ya sin exclusividad para las partes. Lo cierto es que -muy probablemente- Boca vuelva a FIFA a partir del año que viene. Y entonces la pregunta es otra: ¿seguirá Konami apostando al Xeneize?
