El personal de un museo en Rusia no sale del asombro luego de revisar varias veces las grabaciones de seguridad del edificio. Y es que una vitrina que cubre un fragmento de meteorito que se encuentra en exhibición comenzó a flotar en el aire ante la vita de los visitantes.
El increíble episodio ocurrió en el Museo Estatal de Historia de los Urales del Sur. Allí está expuesto la roca espacial, más conocida como 'bólido de Cheliábinsk', bajo una estructura de cristal de seguridad.
Hace algunos días, dicha estructura comenzó a elevarse sin ningún motivo ni explicación hasta detenerse a una altura de 10 centímetros, según lo detalla el portal RT.
Si bien desde el museo reconocieron la situación, también admitieron que no tienen justificaciones ante lo ocurrido.
El director del instituto, Vladímir Bogdánovski, argumentó que el sistema electrónico que mueve la vitrina pudo haberse visto afectado por el campo magnético del cuerpo celeste o bien por una señal extraña.