El servicio estatal de identificación de Bolivia comenzó a entregar cédulas con su nueva identidad a transexuales y transgéneros, tras una ley que entró en vigencia en agosto, pese a críticas de la Iglesia católica y colectivos ciudadanos religiosos.
Víctor Valenzuela pasó a llamarse Pamela Geraldine Valenzuela, tras comenzar a principios del pasado mes el trámite para que el Servicio General de Identificación Personal (Segip) le otorgue nueva identidad, informó este miércoles el canal privado de TV-Unitel.
Ella, junto a otras tres personas más, fueron las primeras en recibir su nueva documentación.
"Creo que al recibir la cédula de identidad, donde el estado me reconoce mi nueva identidad, es para mí un logro, yo comencé mi construcción de identidad de género a mis 14 años y a mis 17 años lo asumí totalmente", señaló Pamela, quien ahora bordea los 40 años.
"Ya no volveré a llamarme Jacqueline, ahora legalmente soy César Javier Morón", dijo emocionado otro joven.
La ley, de unos 12 artículos y cinco disposiciones complementarias permite a los transexuales (cambio sexual quirúrgico) y a los transgéneros (que no implica operación) a cambiar sus identidades en oficinas de registro civil, identificación y policía.
Los colectivos gays anunciaron que fácilmente podrán acudir a las oficinas del Segip por lo menos en una primera fase unas 5.000 personas.
La norma fue aprobada en mayo pasado, en medio de críticas de la Iglesia católica, de fuerte influencia en el país, y colectivos religiosos que señalaron que la ley contradice los parámetros tradicionales del matrimonio entre un hombre y una mujer.
Colectivos ciudadanos anunciaron que acudirán al Tribunal Constitucional para buscar la nulidad de la ley.