Ayer en la tarde, el contador Horacio Álvarez, de 55 años, fue al frigorífico y pollería de la localidad de San Martín (Buenos Aires) para pagarles el sueldo a los empleados cuando cinco delincuentes disfrazados vestidos de blanco como los empleados del local, le dispararon en la ingle provocándole la muerte.
El contador intentó defenderse y se enfrentó a los tiros para evitar el robo con un arma reglamentaria (legítimo usuario) y tras recibir el balazo, se desangró y falleció en el lugar sin poder ser auxiliados por el personal del frigorífico que intentaron asistirlo.