Un centenar de aficionados de Chile entraron a la fuerza al centro de prensa del estadio Maracaná poco antes del partido entre la selección de ese país y España por la Copa del Mundo.
Los fanáticos, la mayoría vestidos con camisetas rojas de la selección de Chile, desbordaron los controles de seguridad y entraron hasta el salón donde trabajan los medios internacionales.
Después de varios minutos de caos, la seguridad del estadio controló la situación y los hinchas quedaron detenidos.
La puerta de entrada de vidrio quedó rota, al igual que una pared divisoria.