Pasaron 78 años para que dos hermanas separadas, por una de las batallas más crueles que registra la humanidad, pudieran reencontrarse. Se trata de la historia de Rosalina (94) y Yulia Kharitonova (92), dos mujeres oriundas de Volgogrado -ciudad que durante la Revolución Rusa fue llamada Stalingrado- que fueron separadas tras la invasión nazi a dicha ciudad y hoy se volvieron a ver.
La familia Kharitonova creyó que Rosalina murió tras el bombardeo alemán a la fábrica de tanques en la que ella trabajaba. Ellos pasaron todas estas décadas creyendo que la mujer era una de las 2 millones de víctimas que dejó la feroz batalla de Stalingrado.
Sin embargo Rosalina no estaba en la fábrica en el momento del ataque sino a bordo de un ferry de evacuación que intentaba cruzar el río Volga pero sin conseguirlo, ya que también fue atacado por la Luftwaffe del Tercer Reich. Ella casi pierde la vida en esa huida, pero un militar logró sacarla del agua tal y como lo contó el hijo de la mujer, Yury Ponomarev, a la televisión rusa.
Según lo detalla Daily Mail, Rosalina y otros sobrevivientes caminaron casi 387 kilómetros hasta Saratov, desde donde se le ordenó ir a Chelyabinsk en los Urales para trabajar en otra planta de tanques.
En tanto Yulia y su familia fueron trasladados al Asia Central soviética y el rencuentro entre ambas no fue posible ya que a la hermana menor le dijeron que la mayor había muerto: "Nos dijeron que Rosalina había muerto y no la buscamos", detalló la anciana.
Por su parte el encuentro comenzó a gestarse a través de un sitio web ruso que busca reunir a familias desmembradas por la guerra. En ese portal una búsqueda alertó sobre la existencia de las dos hermanas y luego la policía colaboro en la localización de los domicilios de ambas.
Ahora las ancianas se reencontraron en la ciudad de Chelyabinsk y apenas se vieron rompieron en llanto: 'Yulenka, oh Dios mío ... oh ...' exclamó Rosalina, tras lo cual recordaron algunas anécdotas de su infancia y pudieron cerrar parte de su pasado doloroso, ya que su padre Pavel y su hermano Yury desaparecieron en el frente, y su madre Olga murió de hambre en Asia central.