La corona de la Reina nacional de la Vendimia es uno de los símbolos mendocinos por excelencia. En 1995 se convirtió en la joya oficial tras haber sido donada a la provincia por la Joyería Vendemmia.
La pieza está acompañada por el anhelado cetro que también fue creado por la misma joyería y los detalles del conjunto son exquisitos, no solo por los metales y piedras preciosas utilizadas sino también por su valor simbólico.
La corona fue realizada con 130 gramos de oro 24 kilates, 500 gramos de plata, 3 kilates de brillantes, 3 kilates de esmeraldas y 25 kilates de zafiros.
El sol naciente tiene brillantes, platino y oro. Debajo se encuentra una referencia al monumento del Cerro de la Gloria. En la base de la corona, se observan un cóndor y el Escudo provincial, engarzados sobre un cristal de cuarzo, característico de las montañas de Mendoza.
Luego, a ambos lados, "se deja ver la representación de la cordillera de los Andes, realizada en oro y brillantes engarzados con platino", describe el libro que hicieron desde Vendemmia en torno a la joya.
Los viñedos están hechos con esmeraldas engarzadas en oro. También lleva alamedas y toneles que se van entrelazando con el resto de los elementos con hojas de parra y racimos de uva.
En la vincha, que sirve de base de la corona, se ven figuras de guanacos calados en plata y, más abajo, puntas de flechas que aluden a los habitantes originarios de la región.
Cabe destacar que solo es utilizada en actos oficiales y desde el 2013, cuando fue sustraída y recuperada, está bajo la custodia del Gobierno Provincial.