Fueron postulados por diferentes organizaciones de la provincia y valorados por su aporte artístico, profesional, educativo, cultural, social y solidario. Se trata de 11 mendocinos que ayer recibieron la Distinción Sanmartiniana, que desde 1993 otorga la Legislatura provincial.
Son médicos, docentes, trabajadores rurales, productores, entre otros, que de forma desinteresada aportaron su granito de arena para mejorar nuestra sociedad y por ello fueron galardonados con este premio que lleva el nombre del prócer más importante de nuestra historia.
A continuación, tres historias que resumen el valor de esta distinción a mendocinos con espíritu sanmartiniano.
Un médico de pueblo
Pedro Lombardo (80) es pediatra y vive en Malargüe. Ni bien atiende el teléfono pide repetir la llamada en 10 minutos porque, a pesar de ser feriado, está revisando a sus pequeños pacientes. Este simple pedido pinta de cuerpo entero el carácter de este médico que sigue trabajando a pesar de estar jubilado.
“Mis pacientes no me dejan retirarme”, asegura y recuerda que cada año repite que será el último, pero siempre continúa con la labor en su consultorio. “A mí me gusta porque adoro mi profesión y tengo la satisfacción de recibir hasta a los nietos de pacientes que solía atender”, expone.
Nacido en la Capital provincial, tuvo su primer acercamiento a la medicina a los 9 años cuando ayudó a un chico que había sido apuñalado y luego llamó a una ambulancia. Así fue que cuando llegó al secundario no dudó en elegirla como carrera. "Siempre me gustó la parte social y también la investigación", dice.
Una vez recibido, trabajó en el centro de salud de Agrelo hasta que el amor lo llevó a Malargüe. "En un curso de actualización conocí a mi esposa, que es obstetra y malargüina. La segunda vez que lo repitieron ya formalizamos la relación", cuenta.
En los años '80 se mudó al sur y comenzó a trabajar en el Hospital Regional de Malargüe, donde llegó a ser jefe de Pediatría y director.
“Paralelamente hacía medicina comunitaria, ya que iba al campo 3 días al mes para que las personas tuvieran un médico especialista”, remarca Pedro y enumera los distritos que visitaba: Ranquil Norte, Bardas Blancas, Las Loicas, entre otros. Durante su trayectoria también se desempeñó como docente secundario y universitario.
Haciendo un balance de su vida reflexiona: “Si me hubiera quedado con el negocio de mi padre me hubiera ido muy bien, pero yo elegí esta profesión que me hizo muy feliz porque me encantan los niños”. Y tal como asegura, se siente muy honrado al recibir esta distinción: “No particularmente por mí, pero siempre pienso que tienen que premiar a la gente que ha cumplido con su comunidad y haciendo lo que uno ha elegido, nada extraordinario”.
La bibliotecaria de Chacras
María Elina Coccuci (84) eligió la docencia desde muy joven y llegó a trabajar de forma gratuita en su Chacras de Coria querida. Después fue nombrada sucesivamente en distintas escuelas: Gobernador Civit, Teresa O'Connor, República Oriental del Uruguay y Bartolomé Mitre.
Una vez jubilada de esta última, no eligió descansar sino que comenzó una cruzada a favor de la lectura. "Les conté a mis colegas mi inquietud de formar una biblioteca en Chacras de Coria y ellas colaboraron conmigo", recuerda.
Con ese propósito en mente, comenzaron a desarrollar todos los pasos para crear la biblioteca popular. “Al principio nos facilitaron dos habitaciones en la calle Viamonte por 2 años, pero cuando se venció ese plazo tuvimos que salir a la calle”, cuenta. En ese período llevaron los libros por todo el pueblo, desde la estación del ferrocarril y la comisaría hasta un gimnasio.
Tiempo más tarde un extranjero les prestó un local donde siguieron funcionando, pero de forma muy precaria. Hasta que en una oportunidad un senador les contó de un subsidio para adquirir un inmueble para la biblioteca. Luego de varios trámites, idas y vueltas, finalmente compraron una casa bastante deteriorada en la calle Viamonte que fue arreglada por miembros de la comisión recién recibidos de arquitectos.
Desde entonces, allí funciona la biblioteca que el 19 de octubre va a cumplir 20 años. “Tenemos 30.000 libros, 300 socios activos y una apertura muy grande hacia todo el pueblo, ya que allí se dan talleres de idiomas, actividades creativas, presentaciones de libros, exposiciones, entre otros”, enumera la mujer.
La distinción le llega a María Elina en un momento en el que, por cuestiones de salud, no puede salir de su casa. Igualmente sigue trabajando desde su casa de forma telefónica para ayudar a sus compañeras: “A mí nunca me gustó hacer las cosas para figurar sino que siempre las hice en lo más íntimo y sin dar a conocer mucho. Por eso para mí esta distinción es un regalo que quiero partir con todos los que colaboraron conmigo y con este sueño”.
La solidaridad del campo
Para Miguel Manresa (74) no existe trabajo que no implique arar la tierra, plantar semillas y cosechar frutos. Es que él nació en una finca de El Vergel, en Lavalle, y desde entonces se ha dedicado toda su vida a trabajarla. Hoy continúa la tarea junto a sus dos hijos con los que produce tomates, melones y uva para vino.
“Es una alegría que ellos trabajen conmigo porque muchos eligen dedicarse a otra cosa, pero yo se los inculqué y a ellos les gusta”, dice satisfecho.
Pero además de su ocupación como trabajador rural, Miguel es reconocido en la zona por su destacado trabajo comunitario: "En lo que se puede me gusta colaborar, lo aprendí de mi papá que ayudó junto con los vecinos a mejorar los caminos y traer la luz".
Él fue parte de un grupo preocupado por el bienestar de los alumnos de la escuela Simón Chávez de El Vergel. “El edificio era muy chico y empezamos a hacer aulas nuevas, que finalmente terminó el gobierno”, relata.
Con otros vecinos también colaboró en la construcción de la sala de primeros auxilios de la zona. “Me gusta realizar tareas solidarias porque acá nos conocemos entre todos y nos ayudamos entre todos”, remarca el hombre que tiempo atrás fue distinguido por la comuna lavallina.
Con gran humildad, se muestra agradecido por el galardón sanmartiniano: “Estoy muy contento de que me hayan elegido a mí, fue una verdadera sorpresa”.
Los otros premiados
Además de Pedro Lombardo, María Elina Coccuci y Miguel Manresa, otros 8 mendocinos fueron reconocidos ayer en la Legislatura con la Distinción Sanmartiniana.
- Julia Elmenaj: docente en distintos niveles del sistema educativo. Desempeñó cargos directivos y electivos en instituciones educativas, dictó numerosos cursos y talleres, como así también diversas tareas de capacitación y perfeccionamiento. Desarrolló publicaciones gráficas y audiovisuales que fueron premiadas.
- Miguel Conocente: médico neurocirujano que se desempeñó en instituciones de salud nacionales e internacionales. Ha sido miembro de tribunales de ética, de entidades de profesionales de la medicina y de organizaciones gremiales del sector. Es autor de numerosos artículos científicos en revistas nacionales e internacionales.
- Mirta Prisco de Amprino: como docente se desempeñó en diversas instituciones educativas. Ha desarrollado numerosas tareas sociales y de voluntariado en el plano educativo, sanitario y cultural, trabajando en este sentido para la recuperación del legado sanmartiniano.
- Raúl Osvaldo Porras: creativo y productor de contenidos comunicacionales, ha vinculado su tarea profesional al servicio a la comunidad. Realizó distintas tareas en el campo de la cultura. Ha recibido numerosas distinciones y reconocimiento. Instaló el canal 6 en San Rafael.
- Horacio Sarsotti: Ingeniero. Realizó una importante tarea en el desarrollo del cooperativismo con destino a la prestación de servicios públicos a su comunidad. Ha recibido diversos reconocimientos.
- José Tíndaro Muscará: periodista y locutor. Se desempeñó en numerosos medios de comunicación locales, nacionales e internacionales. También realizó actividades docentes en distintas instituciones educativas.
- Henry Hugo Ramonda: integrante de equipos de fútbol, básquetbol, natación, andinismo y esquí. Participó en distintas organizaciones intermedias. Fue director de Promoción Turística de la Provincia, director de Turismo de Tunuyán y concejal de ese departamento.
- Pedro Marabini: director artístico, productor y escenógrafo, conocido por su vasta trayectoria en la formación actoral, puesta en escena técnica teatral y montaje escenográfico. Ha montado diversas obras artísticas de alcance local y nacional. Ha dirigido diversos espectáculos artísticos, entre ellos la Fiesta Nacional de la Vendimia.