El gobierno bonaerense y la mayoría de los gremios estatales acordaron ayer en paritarias un aumento salarial por quince meses, con un 18% de suba de sueldos para todo 2017, con la posibilidad de reabrir las negociaciones si la inflación fuera mayor a ese porcentaje.
El acuerdo, calificado como “histórico” por la gobernadora macrista María Eugenia Vidal, fue rechazado por la dirigencia de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que advirtió sobre la “pérdida de poder adquisitivo” con “salarios miserables”.
Representantes de Upcn, de municipales del Soeme, Fegeppba, los controladores de Apoc y los empleados de Salud Pública aceptaron la propuesta que hizo el gobierno provincial, que incluye una suba promedio de 3,6% para el último trimestre de este año -lo que implica un 34,6 % anual- y un 18% para todo 2017.
Tras la firma del acuerdo en la sede del ministerio de Economía bonaerense, la gobernadora señaló que esta paritaria “queda sujeta a nuevas discusiones si la inflación fuera mayor garantizando que ningún trabajador va a perder su poder adquisitivo”.
Vidal remarcó que se trata de “la primera paritaria que se cierra para todo el 2017” y sostuvo que se logró “un acuerdo histórico”, dado que “por primera vez en mucho tiempo el gobierno acordó la paritaria de la provincia con sus trabajadores por quince meses”.
