Legrotaglie (10): Su habilidad habitual para ser timón de Gimnasia. Todo River lo corrió y nunca lo pudo encontrar. Artífice del toque.
El análisis individual de Los Andes tras el triunfo ante el Millo, en lo que fue el broche de oro de ese Nacional ‘70, es una muestra gratis de lo que significaba el Maestro en una cancha.
Mentor de Los Compadres (porque con el Bolita Sosa, el Cachorro Aceituno y el Polaco Torres siempre andaban juntos para todos lados), el Víctor siempre recuerda una anécdota de ese Nacional 70 en Tucumán, cuando Gimnasia fue un festival de fútbol y goles (goleó 5 a 2) frente a San Martín de esa provincia: “La gente estaba muy enojada, furiosa, y comenzó a arrojar naranjas al campo de juego. Yo las fui a buscar, las payaneaba, hacía jueguitos con las dos piernas, y se las devolvía a la tribuna por sobre el alambrado. Al final me terminaron aplaudiendo”, cuenta.
‘Hoy Mendoza está de fiesta, llegó el Víctor con su orquesta’, era el hit elegido por los hinchas.