Víctor García: la Buenos Aires-Caracas

Víctor García: la Buenos Aires-Caracas
Víctor García: la Buenos Aires-Caracas

Corría el año 1948 cuando se escribió una de las páginas más importantes del deporte-motor. Se lo denominó el Gran Premio de la América del Sur del TC, pero los "tuercas" la recuerdan como La Buenos Aires-Caracas. Se corrió a lo largo de 14 etapas, tocando países de Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Hubo también una segunda prueba de regreso, que unió Lima (Perú), Santiago de Chile - Buenos Aires en 5 etapas, pero esa fue otra carrera,

Y entre los 141 inscriptos (largaron 138 y llegaron solo 44), varios mendocinos se lucieron. Así, por ejemplo, Víctor García fue 4to. en la sexta etapa, 1ro. en la decimocuarta y última etapa entre Valera y Caracas y séptimo en la general: Guido Maineri fue quinto en el decimocuarto tramo y noveno  en la general y Pichón Castellani ocupó el 28° lugar como acompañante del chileno Bartolomé Ortiz Sanz.

En cuanto al Ñato Gullé, hasta su abandono fue quinto en la primera etapa, segundo  en la segunda y en la tercera y tercero en la cuarta.Fue, según los memoriosos, una carrera tremenda, con etapas de mil kilómetros y promedios que superaban los 110 km/hora, por asfalto, tierra e incluso sendas abiertas al nivel del mar o en las alturas de la montaña.

En el libro “Fierro Líquido”, de la editorial El Arco, el periodista especializado en automovilismo Pablo Vignone desarrolla las que ha seleccionado como las 100 mejores anécdotas de la época dorada del automovilismo deportivo de las décadas del 40 y del 50. En su excelente e inédito trabajo, cuenta que para poder intervenir en la Buenos Aires-Caracas, Salvador Ataguille debió hipotecar su panadería de Guaymallén.

Se largó en Buenos Aires y la primera etapa terminó en Salta, a donde sólo llegaron 105 autos -el último lo hizo cerca de la medianoche-, dejando atrás casi 24 horas de estar al volante.

Los puestos se fueron modificando en cada control. Al frente estuvieron Marimón, Fangio, Oscar Gálvez, y cerca de Potosí, el "Ñato" Gullé se mezclaba entre los punteros, al punto de que en uno de los parciales, terminó segundo detrás de Oscar Gálvez.

Y mientras las etapas se repetían entre los hermanos Juan y Oscar Gálvez, con Gullé tercero en el camino y la general, apareció Juan Manuel Fangio en el marcador y en la quinta etapa superó a unos 30 autos.

Y así se fueron pueblos, caseríos que, casi, no estaban señalizados en las hojas de ruta y los participantes se habían reducido a sólo 60 máquinas, la mayoría de las cuales sólo podían ser "atendidas" mecánicamente en 8 horas.

En una de las etapas, Fangio largó en punta y fue el primero en llegar a Tumbes; atrás había quedado Lima y adelante la tragedia. Cuando el Chevrolet del  "Chueco" y el Ford de Oscar estaban separados por menos de 100 metros, Fangio se comió una curva cerrada y terminó, dando tumbos, a varios metros del camino. Otro tanto le pasó a Oscar, pero en la banquina contraria.

Fangio  resultó con algunas heridas leves, pero su acompañante Urrutia, que había sido despedido del habitáculo, murió en el hospital Obrero de Chicope, a donde fue llevado por Eusebio Mansilla, piloto de Chevrolet en el TC, que arribó a la meta en segundo lugar.

Pasó a la historia del TC luego de auxiliar a Juan Manuel Fangio en el grave accidente sufrido por este último, priorizando el bienestar de su colega por encima del resultado de la competencia. Por tan noble gesto, pasó a la historia siendo reconocido como “El Caballero del Camino”.

Y a poco de dejar atrás polvorientos caminos de una geografía desconocida para todos, apareció en escena Víctor García, mientras Gullé se retrasaba por problemas en su auto,.

Y en Bogotá, punto final de la dura prueba, el primero en llegar fue Víctor García. Dejó el auto en marcha y casi en andas por la gente fue llevado hasta el control con la planilla en la mano y una herida en la frente.

Muchos días después, junto a Hilario Martínez, su copiloto, fueron recibidos por todo el pueblo de Alvear.

Corrida entre el 20 de octubre y el 8 de noviembre de 1948, con un recorrido de 9.579,4 kilómetros, el Gran Premio de la América del Sur lo ganó Domingo "Toscanito" Marimón, con Chevrolet, en un tiempo de algo más de 118 horas. Si bien no había ganado ninguna de las etapas, se vio beneficiado por la desclasificación de quien había ganado en la pista, Oscar Alfredo Gálvez.

Atrás suyo se alinearon Eusebio Mancilla. Juan Gálvez, Salvador Ataguille y, en el séptimo lugar, Víctor García, todos con Ford.

Oscar Gálvez (que había ganado 7 de las 14 etapas) llegó a la meta empujado por un auto particular y fue descalificado. Este Gran Premio nunca se volvió a correr.

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