Los viajes de contingentes de adultos mayores han ganado terreno de la mano de una vejez activa. Sin embargo, no hay una regulación específica para ellos, y los controles de seguridad que rigen son los mismos que para cualquier viaje de turismo. Por ende, no contemplan la presencia de un médico a bordo del colectivo, medio de transporte generalmente utilizado, sino que los controles apuntan a las condiciones del vehículo.
Orlando Corvalán, delegado en Mendoza de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte explicó que entran en la categoría de turismo: "están autorizados a llevar un contingente con las mismas regulaciones de cualquier viaje de turismo". Explicó que se firma un contrato entre la agencia y los viajeros y se controla que las empresas estén en condiciones.
Confirmó, además, que no se exige un médico a bordo. “La legislación no está basada en que ocurra un accidente, sino en la seguridad del transporte. Debe tener matafuegos, cinturones de seguridad, martillos para romper los cristales, neumáticos en condiciones, que las puertas se puedan desbloquear desde adentro y que funcione el tacógrafo”, entre otros aspectos.
Señaló que ante una necesidad de asistencia sanitaria el seguro contratado por la empresa debe responder. El transporte de pasajeros está regulado por la ley de Tránsito 24449, el decreto 958/92 y sus modificatorias y el 805/95.
Cada uno es responsable
Los ofrecimientos a las organizaciones de jubilados suelen llegar de la mano de promotores. Pueden ser vendedores externos, como en el caso del accidente en Tucumán, según informaron desde la agencia mendocina Merval, que vendió el viaje. En este caso las empresas estaban en regla.
Corvalán explicó que gran parte de las agencias son intermediarias y contratan los otros servicios, pues no están obligadas a tener transporte.
Para el director de Adultos Mayores de la provincia, Aldo Sáez, "no corresponde que haya una legislación" al respecto. Consideró que se trata de mayores de 21 años y que realizar o no el viaje es responsabilidad de cada uno.
Los dos centros
El centro de jubilados Gimnasia Feliz, al que pertenecía gran parte de los pasajeros, está coordinado por dos mujeres que iban en el colectivo y están internadas en Tucumán.
Funciona en un salón que le presta la mutual de Jubilados y Pensionados de Vialidad Provincial, en Salta y Maipú de Ciudad. El encargado del edificio es Raúl Salazar, quien contó que conoce a Gloria y Mary, las referentes. “Es gente muy buena y amable que colabora mucho con la mutual”, dijo, con los ojos llorosos.
El salón donde realiza actividades el centro es amplio. En una de las paredes hay afiches que ofrecen viajes a destinos como Río Hondo, La Falda, Merlo y Cataratas del Iguazú. Suelen ofrecer el pago en cuotas.
Los viajes, para el centro Gimnasia Feliz, eran algo frecuente: una vez al mes se proponía algún destino y eran las coordinadoras quienes los acompañaban.
Desde la municipalidad dijeron que el centro no depende de la comuna y en la Dirección de Adultos Mayores tampoco tenían demasiada información ya que no es obligatoria la inscripción en algún registro para funcionar.
Del centro de jubilados 9 de Abril (Godoy Cruz) eran cinco los pasajeros, y todos siguen internados en Tucumán, con lesiones leves.
Este sitio es amplio, ocupa toda una esquina en Pedro Benegas y Joaquín V. González de este departamento. Ayer estaba todo cerrado y una pizarra daba aviso: “ se suspenden actividades de esta tarde (2/7/19) por el accidente en Tucumán”.