Los jugadores de la Selección que lograron el pasaje al Mundial de Estados Unidos'94 tardaron 21 horas en llegar a Australia. Veinte años después, un plantel de fútbol, también argentino pero más humilde, que juega un torneo de AFA, tardará 36 horas a bordo de un micro para cruzar de sur a norte el país.
Pese a que la AFA suma casi mil millones de las arcas estatales por los derechos de televisación y pide más dinero, mostrando que organiza torneos cada vez más federales, el plantel de Huracán de Comodoro Rivadavia salió el miércoles por la noche buscando llegar el viernes a Palpalá, a las afueras de San Salvador de Jujuy, distante 2.900 km, para poder descansar el sábado y jugar el domingo ante Altos Hornos Zapla.
Será por el Argentino B, uno de los torneos que organiza el Consejo Federal de la AFA, de los que se enorgullece su presidente, Julio Grondona.
En aquella cobertura en Sidney (distante 11.807 km de Bs As), el enviado especial de DyN, Rodolfo Bernárdez, tituló: “Viaje a otra galaxia”.
Pero nadie más que los jugadores de Huracán para hablar de que el fútbol es sacrificio, aunque la semana próxima la odisea será de los jujeños.