Cruzar las fronteras para conocer nuevos lugares, culturas, personas y paisajes suele ser el gran objetivo que muchos mendocinos se proponen mientras sacan cuentas, averiguan precios, analizan posibilidades y marcan en el calendario aquellos días en los que el relax será la fórmula ideal para combatir el estrés.
Otro tanto, adelantándose al sueño, imaginan cómo serán aquellas merecidas vacaciones y hasta miran de reojo su armario para sumar prendas acordes a la estación que habrá en las lejanas latitudes que esperan visitar.
Sin embargo, dentro del ‘combo’ de aspectos a tener en cuenta al momento de armar el anhelado viaje es primordial asegurarse una cobertura de salud internacional adecuada, que sea ágil y efectiva en el caso de requerir atención médica o sufrir cualquier otro imprevisto.
La recomendación no es dada al azar. De hecho, días atrás se conoció el caso de Ana María Arroyos (49), quien enfermó gravemente debido a una infección generalizada mientras disfrutaba junto a su familia de un crucero en Jamaica.
Luego de ser trasladada de regreso a Argentina en un avión sanitario el martes, ella continúa su recuperación en el Hospital Finochietto (Buenos Aires). De acuerdo al último parte médico que se difundió esta semana, su estado es muy delicado, ya que se encuentra con asistencia respiratoria mecánica.
Según la reconstrucción de lo ocurrido en el país caribeño que brindó su esposo Guillermo Baqué y una de sus hijas, lejos de resolverse con premura, el cuadro de Ana María se fue agravando conforme pasaron los días.
Ellos comentaron que no sólo recibieron malos tratos y fueron bajados del crucero, sino que la mujer fue mal medicada y a destiempo. Incluso para que fuera llevada a un hospital tuvieron que pedir la intervención del cónsul argentino en Jamaica.
La situación para la familia fue aún más compleja debido a los costos (unos 4 mil dólares diarios y cerca de 70 mil totales) que implicó el traslado en avión desde la localidad jamaiquina de Ocho Ríos hasta Saint Andrew, donde permaneció internada hasta antes de ser traslada a nuestro país.
Un servicio requerido
Sergio Sánchez, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo -que representa a unas 130 firmas de Mendoza- destacó que en la actualidad todas las empresas de viaje cuentan con seguros que son ofrecidos a los viajeros. "Por otra parte, muchas veces los mismos pasajeros los solicitan y buscan mantenerse informados", destacó.
Desde las agencias de viaje locales que trabajan con turismo emisivo aclararon que cuentan con convenios con diferentes empresas aseguradoras.
Por otra parte, citaron que si bien los seguros de asistencia al viajero implican el pago de un plus que se suma al paquete general de servicios, esta suma es muy inferior en relación con los gastos que deberían pagar en el caso de requerir atención médica en el exterior.
Verónica Mercado, encargada del área de ventas al exterior de la empresa Cepas Servicios Turísticos, destacó que un 95 por ciento de los pasajeros contratan el seguro o bien lo tienen incluido en su su tarjeta de crédito a prepaga. “Lo mejor es que se cuente con esta cobertura teniendo en cuenta que la salud en el exterior es muy cara”, recomendó.
Además del servicio que garantiza la atención médica, traslados y compra de medicamentos (entre otras necesidades) en casos de accidentes y enfermedad, las empresas ofrecen coberturas por muerte accidental (que costea los gastos de repatriación) y otros infortunios, como pérdida del equipaje, robo hurto y también se suman servicios de asesoría legal.
Costo/ beneficio
Debido a la diferencia cambiaria y a los costos altos que tiene la salud en otros países puede suceder que un viajero que no cuenta con la cobertura necesaria se vea obligado a abonar cifras demasiado altas. Por eso, la contratación de este beneficio es indispensable (en algunos países obligatoria) antes de armar las valijas.
El monto a contratar varía según la edad del pasajero y los días que permanecerá en el lugar de destino. En un viaje de diez días a Miami que cuesta unos 25 mil dólares -por ejemplo- el pasajero pagará 80 dólares por su seguro médico.
En el caso de considerar necesario ampliar la suma del seguro, el viajero puede acceder incluso a coberturas de hasta 1 millón de dólares. En ese sentido, Sánchez aclaró que si bien del total de personas que lo utiliza lo requiere efectivamente 10 por ciento, “nunca se sabe qué puede ocurrir un a vez afuera del país”.
Si el turista cuenta con cobertura a través de su tarjeta de crédito muchas veces es necesario ampliar el monto del seguro. Marina Zacan, encargada del sector de ventas en Turismo Aymará, explicó que por ejemplo, en la Unión Europea todos los turistas deben contar con una cobertura mínima de 30 mil euros.
Así, por ejemplo, si la tarjeta tiene una cobertura máxima de 20 mil dólares, la agencia de turismo puede incluir la diferencia y financiarla junto con el paquete general.
La póliza, documento indispensable
El servicio se da de alta desde el mismo día del viaje. En cualquier caso, al firmar la compra del paquete, el viajero debe recibir en mano un carnet y una póliza en la que se debe especificar las cláusulas y detalles completos de la cobertura.
En el caso de estar frente a una urgencia, el cliente debe llamar a los números de teléfonos que figuran en la tarjeta que le fue entregada antes de viajar. “Nosotros siempre solicitamos un número de contacto de la familia de quien viaja para poder comunicarnos de manera urgente”, aclaró Zacan y recomendó que los viajeros siempre lleven a mano la tarjeta con números a los cuales llamar en caso de urgencia y el número de póliza.
Marta Rizzo, quien defiende los derechos de los consumidores, agregó que es importante prestar mucha atención a lo establecido en la póliza. En letras claras, debe detallarse el tipo de cobertura, el monto y qué servicios ofrece, el destino y la vigencia del servicio.
También -insistió- debe especificarse si el servicio médico incluye atención de alta complejidad o no. Asimismo, si la persona que compra el viaje tiene una enfermedad preexistente, debe declararla.