Para hacer una cama divina no hay reglas fijas, las posibilidades son infinitas. Sin embargo, en reglas generales, hay ideas que no fallan. Con algunos tips y algo de presupuesto podés conseguir una combinación agradable. Podés combinar elementos básicos como almohadones, mantas, colchas… con un par de juegos de sábanas, para el recambio, y hacer que la cama parezca diferente cada semana.
Para que una cama resulte más atractiva lo ideal es hacerla con varias capas:
SÁBANAS
Unas sábanas blancas, de lino o algodón, nunca fallan, combinan con cualquier estilo e invitan al descanso. Pasamos un tercio de nuestra vida en la cama así que mejor no escatimar con las sábanas, comprá las mejores que pueda tu bolsillo.
MANTAS O ACOLCHADOS
Son dos opciones para cubrir la cama las noches frías. En el caso de utilizar mantas o acolchado fijo, lo recomendable es elegir un color neutro y claro, Si se empleás un acolchado con funda, la misma se puede usar con estampados y dibujos algo más atrevidos.
COLCHA O COBERTOR
Durante el día, cuando la cama esté hecha, resultará mucho más atractiva si añadís una colcha. Buscá algo que coordine, entonando el color y aportando textura. Colocala a los pies de la cama, doblada en tres, por la mitad o más extendida, según prefieras.
ALMOHADAS
Las almohadas hacen la cama más acogedora e invitan al descanso. Poné un par de almohadas para cada uno: las de dormir, del ancho de la cama, y otras grandes para leer o ver la tele.
ALMOHADONES
Los almohadones no tienen una utilidad específica más allá de la mera decoración, pero son la pincelada final. No son necesariamente caros y se pueden reemplazar cuando quieras y cambiar el aire del dormitorio.