Para dotar a su fachada general de una mejor estética y afianzar su integración con el barrio San Ignacio, donde está asentado, el Hipódromo de Mendoza protegió un canal de riego que pasa por su frente y construyó una vereda perimetral, de 2.500 metros.
La obras, ya terminadas y en las que se insumieron $ 690.000 en total, son bien vistas por la vecindad, aunque con algunas observaciones por parte de personas que hacen caminatas saludables por la zona.
Uno de los trabajos, según contó Pablo Tornello, gerente del Hipódromo, dependiente del Instituto de Juegos y Casinos, consistió en la protección con rejas metálicas del canal Del Oeste-Jarillal, que pertenece a la Primera Zona de Riego de Mendoza. El enrejado se instaló en una extensión de unos 530 metros, entre la calles Juana M. Gorriti y el Jockey Club.
Las autoridades de la actividad hípica interpretan que de esa forma brindan seguridad a las decenas de caminantes que circulan por el contorno oeste. Hay que recordar que en noviembre de 2007 un chico de corta edad, Lucas Gutiérrez, falleció ahogado al caer al curso del Canal Civit, ubicado unas 10 cuadras al oeste, y el episodio ocurrió a la altura del barrio Campo Papa.
Cuando se procedió a colocar la baranda metálica al costado del canal, simultáneamente se cerró la circulación de peatones o gente que trotaba por un espacio de servidumbre que se extiende junto a la pared medianera del hipódromo.
Esa franja era muy utilizada por caminantes y cultores de los ejercicios físicos, pero la directiva de la institución hípica sostuvo que era mejor utilizar la vereda nueva, la que da a la calle, y no ese sector que, como se ha expresado, tiene características de un callejón privado. De todos modos, ese espacio clausurado fue nivelado y mejorado con teja molida, al tiempo que se instalaron en distintos puntos 25 papeleros.
Tornello, ex diputado y hombre vinculado a los temas ambientales y culturales de Lavalle, opinó que se ha jerarquizado la parte posterior del coliseo de carreras, y "eso, junto con otras obras municipales realizadas, mejora el contexto del barrio San Ignacio", tradicional y antigua barriada godoicruceña. La baranda fue responsabilidad del Gobierno provincial, a través del Instituto de Juegos, mientras que la construcción de los 2.500 metros de vereda perimetral, con una inversión de $ 600.000, se hizo en combinación con el municipio de Godoy Cruz, que puso la mano de obra. En tanto, en la protección del curso de agua de reiego se gastaron $ 90.000.
También se reconstruyó la pared perimetral de la esquina de Corredor del Oeste y calle Armani, donde fue pintado un expresivo mural.
Entre los residentes del área y usuarios de la vereda exterior con fines de esparcimiento o deportivos, las mejoras introducidas fueron bien recibidas, con algunas reparos.
Vecinos con espíritu crítico
Jorge Allende (40 años en el barrio) opinó que antes era interesante caminar por el tramo ahora cerrado, mientras que José López (83), 43 años en el distrito, estuvo de acuerdo con las remodelaciones. "Me parecen muy bien, hacían falta", sentenció.
En tanto, Carlos Alberto Avecilla, un contador jubilado del barrio Judicial, criticó duramente la vereda, especialmente la del tramo de Boulogne Sur Mer (laterales del Corredor del Oeste). "Al recorrer el perímetro del hipódromo pude comprobar la baja calidad de esa obra, especialmente sobre Boulogne", precisó. Y añadió que "es evidente que se ha utilizado concreto sin respetar las proporciones adecuadas, lo cual se aprecia fácilmente pues con un simple toque en las zonas deterioradas el mismo se desgrana".
Otra residente en el área, María Jiménez, consideró que lo ejecutado "puede estar bien, no abro juicio al respecto, pero lo que queremos los vecinos de Montes de Oca, entre Ascasubi y Pedernera, es que el hipódromo no sea más punto de venta de las entradas de la Fiesta de la Vendimia. Relató que los problemas que se sucedieron con el último operativo de comercialización de los tickets, fue de alto impacto para los hogares del lugar.
En ese sentido, comentó que se han elevado notas a la ministra de Cultura de Mendoza, Marizul Ibánez y otros funcionarios, para que el año próximo se desplace esa comercialización hacia sitios donde no se afecte el descanso y la rutinas diarias de los vecinos y sus hogares.