Nadie puede negar que los
alimentos procesados
son muy convenientes, fáciles de preparar e incluso en la gran mayoría de los casos son muy sabrosos. Pero todos estos beneficios quedan opacados cuando analizamos cuál es la composición de estos productos: altas cantidades de grasa, azúcares, sales, conservantes y un sinnúmero de aditivos.
Por eso es importante pensar dos veces antes de basar la alimentación de nuestra familia en este tipo de productos, y en su lugar
escoger opciones más naturales
, aunque signifique un poco más de trabajo en la cocina.
A continuación te presentamos 10 verdades que tenés que saber sobre la industria de alimentos procesados:
1- Los alimentos procesados pueden provocar un desequilibrio en nuestro ecosistema interno
Los microorganismos que habitan en nuestros tractos digestivos conforman un ecosistema interno que es realmente delicado. El equilibrio de este sistema es clave para su correcto funcionamiento. Los alimentos procesados pueden afectar considerablemente este balance, destruyendo nuestra flora bacteriana, lo que se traduce en problemas en el proceso digestivo y aumento del riesgo de padecer enfermedades.
2- Los ingredientes utilizados para elaborar estos productos están diseñados para prolongar su vida en las góndolas, pero no para extender la vida humana
El conjunto de químicos, conservantes y aditivos que se utiliza en la preparación de alimentos procesados permite que estos productos se mantengan "frescos" por un largo periodo de tiempo, sin descomponerse. Lamentablemente esto no se traduce en una alimentación de calidad para el ser humano, que puede ver su salud afectada por el consumo de este tipo de productos.
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