No importa de cuán lejos venga la inspiración de pasarela. Por el contrario, en todo caso sirve para no perder de vista la belleza a la hora de preservar lo “naif”, “inocente” o “divertido” de una etapa; en este caso: la adolescencia.
Entonces poder disfrutar en el Fashion Week de Milán de opciones en las que se juegan el color, dinamismo y la diversión permite tomar aire de esos looks con aires de femme fatale para adolescentes (con los que las jovencitas parecen desfasadas de edad), y encontrar en la moda ese delicado equilibrio para que la fisonomía de una niña-mujer no caiga en excesos.
¿Alternativas? Muchísimas, y qué mejor si viene de la genialidad de Giambattista Valli, y algunas de sus propuestas más cercanas a la pubertad.
Como muchos saben, "Lolita" es el nombre de la novela del escritor ruso Vladimir Nabokov, publicada por primera vez en 1955.
En el universo de la moda, el término está lejos del significado que tiene en la literatura y alude a aquellas modelos precoces que, por su altura y fisonomía, comenzaron sus pasos siendo casi unas niñas. ¿Un ejemplo cercano a nivel nacional?: Nicole Neumann, que empezó a pisar fuerte pasarela a sus cortos 12 años.
Lejos del ejemplo, uno de los aspectos inspiradores para adolescentes y prepúberes, son algunas de las alternativas que Valli proyectó en Milán.
Blancos, rojos, naranjas, fucsias azules... Toda una paleta se configuró en diversas propuestas de noche, más casuales o divertidas.
Las texturas trabajadas siempre de manera vaporosa, femenina y romántica se pudieron ver en faldas mini, con sobrefaldones en telas transparentes, estampas bordadas, mangas cortas presentadas para generar volumen, camisas transparentes, blusas, maxivestidos y diseños cortos.
Los vestidos mini brillaron por la originalidad de los estampados (con clara alusión al mundo femenino), los recortes: para formar figuras o rostros de muñecas adorables
Las transparencias en vestidos, camisas y soleras jugaron bien su papel, cuidando en las modelos más adolescentes la parte del bustier, a partir de dibujos bordados o pintura en tela.
Por su lado, los volados encantadores en camisas de tonos carmesí, se proyectaron desde el cuello hacia los hombros, apostando a una prenda exquisita para cualquier preadolescente. Los detalles, en este caso, estuvieron dados por apliques de tachas.
El jardinero corto, en su mejor versión, sumó el estampado lúdico y la transparencia de base para sugerir, sin mostrar, en un perfecto equilibrio de buen gusto.
El movimiento de las telas, y los cortes de los vestidos largos, deslumbraron con su movimiento en estampas florales vibrantes; muy chic para fiestas de fin de año.
La armonía de los detalles, el cuidado de los cortes, la elección adecuada de las transparencias, la vivacidad de los colores, conforman una armonía equilibrada y vistosa; que inspira a la hora de elegir el guardarropa preadolescente y adolescente, con diseños y opciones que preserven lo mejor de esa etapa y su naif encanto.
