Melancólicos, oscuros y poco inspiradores. Así suelen ser los días y vestuarios de lluvia. Antiguamente las prendas para estos días no tenían ningún glamour porque su principal objetivo radicaba en proteger el cuerpo, pero hoy en día bien se puede apostar por una moda que contrarreste el gris del cielo.
¿Quién dijo que este caprichoso verano colmado de precipitaciones y semanas lluviosas imprevistas, no puede tener onda en lo que a ropa se refiere?
Ya sea que te quedes en la Provincia, o vayas a destinos de costa, las tormentas (combinadas con con semanas de intenso calor) parecen formar parte del panorama. Lo mejor entonces será sumar a los outfits el color y diseño de diversas propuestas en alternativas para la lluvia, que podrás también usar durante las temporadas de otoño e invierno.
En chaquetas y abrigos existen muchos modelos que fueron concebidos en un primer momento como prendas de trabajo y que ahora se lucen en las calles sin más. Son impermeables, permiten que la piel respire y resultan muy resistentes a todo tipo de actividad.
Además, suelen tener un forro que mantiene el calor, algo muy útil para días de temperaturas cambiantes que van del calor intenso, a las lluvias prolongadas.
Un buen ejemplo son además las chaquetas diseñadas para trabajadores portuarios. Hoy esos modelos de “raincoat” amarillos pueden verse en las calles de cualquier ciudad.
Pero más allá de todos estos modelos, los impermeables de gabardina larga son los más utilizados (en toda estación). Son característicos por su corte entallado y grandes botones. Como alternativa están las capas, que permiten proteger el bolso de las inclemencias del viento y del agua.Y todos estos modelos se presentan en los más variados colores y estampados.
Otra tendencia para los días de lluvia son nada menos que los impermeables transparentes, fabricados en base a ploricloruro de vinilo. Protegen de la lluvia y dejan ver qué es lo que se lleva puesto debajo. Sin embargo, estos modelos tienen una clara desventaja: hacen transpirar porque el material no permite regular la temperatura del cuerpo, explica la diseñadora Gabriele Jost, especialista en telas de alta tecnología.
En otras latitudes incluso es factible ver faldas que llegan hasta la rodilla y son de vinilo impermeable.
Por otro lado, y bajo la forma de rompevientos, camperas cortas, o abrigos para la lluvia de texturas livianas, la alternativa de llevar a mano en días nublados estas opciones resulta inteligente y necesaria. Los tonos más vivos como los rojos, amarillos (muy usados en actividades deportivas) y azules no pasan se moda y se suman a los más clásicos de corte recto, con onda más street style. Las diversas líneas van desde lo más lánguido, a lo más entallado o al cuerpo, incluso con cortes estilo “trapecio” u “oversize”, tan versátiles para todo sexo y edad.
En el futuro el vestuario de lluvia tendrá más para ofrecer y no sólo garantizará llegar seco a destino, asegura Jost. "Uno de los grandes temas son las prendas que reflejan o producen luminosidad. También se están desarrollando materiales impermeables que se asemejan a la tela de jean", adelanta.
Pero para eso habrá que esperar un poco más.