Verano financiero: los números que el Gobierno mira con ilusión

La caída del Riesgo País y la inflación que baja gradualmente son algunas de las variables que la Casa Rosada evalúa con expectativas.

Verano financiero: los números que el Gobierno mira con ilusión
Verano financiero: los números que el Gobierno mira con ilusión

Los números que circulan en el mundo financiero dan muestra de la suerte de veranito que transitan las principales variables de la Argentina. Y más allá de los múltiples factores que promueven la recuperación, los datos se transforman en una luz de esperanza en el Gobierno nacional, donde aguardan con expectativa la aparición de los primeros brotes en la economía real para aliviar el camino hacia las próximas elecciones.

Sean rebotes o los avances propios de la tregua en la guerra comercial que, por el momento, vuelve a incentivar los flujos hacia los países emergentes, lo cierto es que las mejores condiciones son bienvenidas en la Argentina, donde crisis profundizó las debilidades estructurales.  

Uno de los elementos que más entusiasma es la paz vigente en el sector cambiario.

En el mercado mayorista, donde se define la cotización de referencia para el Banco Central (BCRA), la divisa acumuló en lo que va del mes un retroceso de 64 centavos.

La explicación oficial sobre la depreciación de la moneda estadounidense en la plaza de los grandes jugadores es que momentáneamente están cubiertas las necesidades. Así, el ritmo de las negociaciones lo determina principalmente el volumen de los ingresos que provienen del exterior.  

Con el retroceso del viernes último, el dólar mayorista amplió su distancia con el extremo inferior de la banda de no intervención que condiciona la aparición del BCRA en el mercado. La brecha es de 67 centavos respecto al piso de referencia previsto para mañana, que se ubicará en $37,81.

Por lo pronto, el Central que conduce Guido Sandleris aprovecha las condiciones para fortalecer las reservas y desestima las dudas del mercado respecto a los problemas que podría generar la lejanía con el extremo superior de la banda: el escenario actual indica que la autoridad monetaria solamente podrá contener un salto del dólar cuando este sea mayor al 31,7%. Es decir, que mañana, cuando el techo estará en $48,93, el alza debería ser de $11,79.

"Yo diría que nos dejen disfrutar un poco del período de estabilidad de los últimos días. Siempre hay algo de qué preocuparse y nosotros estamos preocupados por distintas cosas y las estamos analizando y evaluando, pero hoy nos parece que la situación amerita a que el BCRA siga con las pautas preestablecidas", planteó al respecto Gustavo Cañonero, vicepresidente del BCRA, al presentar el Informe de Política Monetaria.  

Lo concreto es que el Central ya compró U$S 390 millones, lo que representa poco más del 55% del total permitido para la expansión monetaria en el mes. Los guarismos reflejan la creciente confianza sobre el rumbo del plan monetario que se puso en marcha tras el renovado acuerdo con el FMI para recuperar la calma tras el frenesí por el dólar que marcó el inicio de la crisis.

"Estamos muy satisfechos en la forma en la que está funcionando el nuevo esquema cambiario, está mostrando que la gente, mas que estar escapando del peso, quiere recuperar pesos, y eso le permite a Central después de muchísimos meses volver a comprar reservas para el país", resaltó Cañonero. En lo que va del mes las arcas del BCRA se incrementaron en U$S 815 millones para quedar el viernes pasado en U$S 66.621 millones.  

El segundo de Sandleris fue más allá y celebró que "la inflación está bajando gradualmente, la demanda por dinero comienza a recuperarse y los distintos engranajes del sistema monetario empiezan a mostrar su rol".  

Las buenas condiciones internas y la brisa que acompaña del frente externo permitieron también que los bonos argentinos dejen de ser castigados y el resultado inmediato es que el Riesgo País, la brújula que determina el humor de los inversores, continúa a la baja y se aleja del máximo de los 829 puntos básicos que tocó el pasado 27 de diciembre.

El índice que elabora el banco JP Morgan, comparando el rendimiento de los títulos argentinos con los del Tesoro de los Estados Unidos (considerados de riesgo cero), retrocedió 164 puntos básicos desde aquel momento (el viernes culminó en 665) y todo parecería indicar que la tendencia se mantendrá si no surgen mayores alarmas, previas a las que siempre se encienden con las elecciones.

Mejor humor también catapultó a las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street. Las del sector bancario encabezan la carrera alcista del mes: el Grupo Galicia acumuló un salto de 24,6% y el Banco Macro, de 24,4%.  El terreno comienza a mostrarse fértil. Esa concepción no sólo circula entre el equipo económico de Mauricio Macri sino que coincide con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos técnicos siguen de cerca la marcha del plan para estabilizar las cuentas públicas, tal como se comprometió el país para acceder a U$S 56.300 millones.  

La próxima misión del organismo iniciará sus actividades en las próximas semanas y el siguiente desembolso, por U$S 11.000 millones, debería llegar en marzo. Incluso días atrás se confirmó que BlackRock, la mayor administradora de activos a nivel global abrió oficinas en el país. Según trascendió, el grupo maneja fondos por alrededor de 6 billones de dólares y busca posicionarse en mercados de rápido crecimiento fuera de los Estados Unidos.  

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