Verano 2018: México, el cielo en el océano

En la Riviera Maya, la Reserva de Sian Ka'an, da cuenta de la desmesurada naturaleza preservada en Yucatán.

Verano 2018: México, el cielo en el océano
Verano 2018: México, el cielo en el océano

La Riviera Maya desborda de atractivos turísticos y aunque la mayoría va en busca de Playa del Carmen, Cancún y Tulum con sus maravillas naturales, las realizadas por el hombre en los últimos años y las ancestrales, existen sitios cercanos imperdibles para conocer en la visita que valen la pena agendarlos y dedicarles por lo menos dos días.

Siguiendo la ruta -desde cualquiera de los destinos anteriores- acompañado del Mar Caribe hacia el sur, se encuentra una de las reservas naturales de la Biosfera  más impresionantes del mundo: la de Sian Ka´an.

Sólo se puede acceder a ella en vehículo de alta tracción en excursiones que ofrecen pasar el día en el lugar y otros proponen llevar a los viajeros a través del agua. El camino es sinuoso, pero qué mejor para dejarlo resguardado de la masividad. Hay camiones o jeeps que acercan al sitio encantado.

Las puertas del cielo

La jungla se abre ante los ojos y la naturaleza parece desbordarse. Sian Ka'an, cuyo nombre significa en lengua maya "Puerta del Cielo", es una reserva biológica de unos 5.000 km2, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es la mayor área protegida del Caribe mexicano.

Resguarda una amplia zona costera que alberga una gran riqueza de ecosistemas: dunas, lagunas, manglares y selva con una amplia diversidad de especies.

Un centro de visitantes al ingreso da algunas pautas para el recorrido y genera conciencia sobre el especial cuidado del ambiente. Allí mismo se puede aprovechar el mirador en altura que  permite visualizar el área en conjunto.

Mientras se avanza, comienza a entenderse la geografía y a trazar un mapa mental: de un lado, el Mar Caribe con playas ultra vírgenes blancas y radiantes donde las aves planean y dibujan una postal única; mientras, hacia el otro lado, una laguna turquesa contrasta con los verdes del entorno.

En el camino, algunos pocos complejos turísticos forman parte del lugar sin interrumpir con su arquitectura en la naturaleza; al fin del recorrido, un magno manglar.

El pasado en el presente

En ella se encuentran  alrededor de 23 sitios arqueológicos y se han encontrado cerámicas y otros objetos que datan de alrededor de  2.300 años aC.

Pero también, en su interior, pueden encontrase  especies de mamíferos como  el jaguar, el puma, el ocelote, el marguay, el jaguarondi, el mono saraguato entre otros y es el área de nidación de 336 especies de aves.

Además, entre los meses de mayo y agosto puede observarse en las playas desovando a cuatro especies de tortugas consideradas en peligro de extinción. Muchos de estos animales constituyen parte de la mitología y cultura de los aborígenes.

Hacia la laguna

Se puede tomar una lancha y recorrer  tranquilamente la laguna, donde los guías explican las variedades de flora y fauna mientras aparecen en escena delfines, cocodrilos, tortugas marinas, pelícanos y águilas pescadoras. Sólo algunos de los especímenes pueden  apreciarse a muy poca distancia.

Los canales de manglares, en tanto, ofrecen aguas claras y en sus márgenes acumulan una tupida vegetación con maraña de ramas y raíces zancos (aéreas) del manglar rojo. Los árboles pequeños  a causa de los huracanes, y las enormes orquídeas que parecen sobrepuestas, parecen sacadas de Alicia en el País de las Maravillas.

Es recomendable visitarlos para hacer snorkel y visualizar el pequeño mundo marino con caballitos de mar, peces de colores y corales increíbles.

Es el costero  escondido entre grandes  árboles, al cual se accede  a través de una pasarela de madera rodeada de raíces zancos (aéreas) y neumatóforos que a modo de periscopios permiten a los árboles oxigenar las raíces en el suelo inundado.

Los cenotes están entre los grandes descubrimientos de la Riviera Maya y, por supuesto, en  la reserva se encuentran varios de ellos.

Para los más osados, el buceo  propone una experiencia impresionante donde el mundo subacuático despliega todo sus encantos, pero es importante saber que es sólo para experimentados.

En la costa de esta Reserva de la Biosfera se localizan amplias playas de arena blanca, pequeñas bahías y manglares, entre otros sistemas ecológicos. Cada uno de estos espacios alberga distintos tipos de fauna. Reptiles y aves conviven en la frescura del paisaje recordando la esencia misma del ser humano.

El mar tiene una suavidad y una transparencia que puede verse hasta una moneda en el fondo por lo que los corales generan destellos y hacen la playa más iluminada aún.

A sólo 30 minutos a mar abierto en una embarcación se puede disfrutar también de piscinas naturales en el medio del océano donde, parados, el agua cristalina llega a la cintura.

También arrecifes

Frente a la reserva se extiende la segunda barrera de arrecifes más grande e importante del  mundo, siendo un gran atractivo para los amantes del snorkel, donde se pueden sacar increíbles fotos subacuáticas pero lo que es importante saber es que absolutamente nada de lo que hay en Sian Ka´an puede salir de allí por lo que los recuerdos de la naturaleza no están permitidos.

El atardecer es un regalo. Bajo una sombrilla de paja, sólo queda disfrutar de una gastronomía magna con mariscos y pescados de los más variados, un coco bien helado o un margarita, mientras el sonido de la naturaleza se apodera de la noche con un mar que ofrece la mejor melodía.

Alojarse en Sian Ka´an es buscar un descanso pleno, sabiendo que no llega ningún tipo de señal que pueda recordar el ritmo diario.

Saliendo de la Reserva hacia el sur aparece el pueblo más cercano llamado Punta Allen, un sitio que parece haberse quedado en el tiempo y casi olvidado del mundo. Desde allí salen algunas embarcaciones y a pocos pasos hay un gran mirador que también permite visualizar el paisaje en su magnitud.

Experiencias únicas

Una de las excursiones ofrece introducirse en un canal antiguo hecho por los mayas hace aproximadamente 1.000 años. Su riqueza es que el viajero pasa por cuatro ecosistemas diferentes donde podrá conocer la sabana, los humedales, cuatro tipos de manglares, las lagunas, mogotes, canales naturales y la selva tropical que es hábitat de diversos animales, peces, aves y manatíes.

Flotar en el canal de 900 metros de agua dulce en un mundo de magia natural; tomar una lancha al estuario de Boca Paila para el avistamiento de manatíes y cocodrilos, y antes del final del día comer una exquisita comida regional en el centro comunitario de Muyil. Valor U$S 115.

Comunidades mayas

Otra de las excursiones es pasar 2 días conociendo 4 comunidades mayas y cómo viven en la actualidad. Tihosuco, Señor, Felipe Carrillo Puerto y Muyil dan paso a que el viajero forme parte de sus actividades cotidianas, costumbres y tradiciones.

En el tiempo de estadía se conocerán cenotes y sus leyendas, el museo de la guerra de castas y la visita a un ex convento.

Pero lo más rico en experiencias llega con la demostración de medicina tradicional, que verdaderamente sorprende por la sapiencia de esa cultura.

Además las técnicas de hilado de algodón y del henequén. No faltan las caminatas en senderos interpretativos, paseo en kayak y nado en cenotes, paseo en lancha y nado en canal natural mientras se descubren leyendas, se conocen las auténticas casas mayas y tienen pensión completa durante 2 jornadas. Valor U$S 380.

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