El comercio ilegal callejero es un problema cada vez más complicado en Mendoza. Un informe elaborado por la consultora Evaluecon reveló que las ventas informales recaudaron $ 137 millones durante el mes de noviembre, último dato disponible.
La cifra no sólo es contundente, sino que además supera con amplitud al movimiento callejero del año pasado, ya que en noviembre de 2013 se habían generado $ 97 millones por esta actividad. En términos porcentuales, el crecimiento de un año a otro fue del 41%.
José Vargas, economista y director de Evaluecon, explicó que el crecimiento de la actividad tiene mucho que ver con la proliferación de negocios ilegales en los departamentos.
“En las zonas céntricas de los municipios se observa cada vez más venta callejera, desde los llamados manteros, hasta algunos puestos fijos. Además, han aparecido muchas ferias al estilo de La Salada”, comentó.
También la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) realiza un seguimiento del comercio callejero. En su caso, el relevamiento se hace únicamente sobre puestos fijos de la Ciudad de Mendoza. El último informe reveló un aumento del 100% de la actividad ilegal, pasando de dos puestos detectados en diciembre de 2013 a cuatro puestos en el mes en curso (dos sobre calle San Martín, uno en calle Las Heras y uno en calle General Paz).
Rechazo a la venta callejera
El comercio informal es una actividad no regulada, y como tal, esquiva las obligaciones reglamentarias y tributarias, declarando competencia desleal a los actores legales del mercado.
Alberto Minzer, presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicios de Mendoza (Cecitys), dio crédito a los informes que demuestran el crecimiento de la actividad callejera de Mendoza y repudió el incumplimiento de las leyes.
“El comercio informal ha crecido mucho, complicando cada vez más la rentabilidad de los negocios honestos. En un contexto de inflación creciente y alta presión tributaria, es muy difícil subsistir con tanta competencia desleal”, señaló.
Cabe recordar que estadísticas de la Federación Económica de Mendoza (FEM) han reflejado una caída del comercio minorista y el relevamiento anual es negativo para todos los sectores, incluidos aquellos que compiten con las actividades más comunes del comercio callejero, como indumentaria, óptica, relojería, ropa interior, calzado y artesanías, entre otros.
También Maximiliano Gabrielli, gerente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), protestó contra el avance del comercio callejero. “No gana nadie, ni los comerciantes privados, ni el Gobierno. Los actores de la venta ilegal no pagan impuestos y eso genera competencia desleal con los comerciantes en regla y cero contribución con el Estado”, lamentó el experto.
Piden más control
Para Alberto Minzer, la proliferación del comercio callejero tiene que ver con la falta de control por parte del Gobierno. "Desde la calle Las Heras hacia el norte hay una forma de inspección y hacia al sur hay otra mucho más estricta. No hay igualdad laboral", aseguró.
Fuera de la situación de Ciudad, el presidente de Cecitys puso en duda la legalidad de los puestos de La Salada en Santa Rosa. “No creo que paguen los impuestos como dice el Gobierno.
Además, si analizan los puestos, se incumplen muchas normativas, como la obligación de tener baño, salida de emergencia señalizada y matafuegos, entre otros tantos puntos. Por cada una de esas faltas, a los comercios nos aplican multas muy altas y ellos las pasan por alto sin consecuencias”, indicó el experto.
Por su parte Claudio Gil, titular de Administración Tributaria Mendoza (ATM), defendió la labor del organismo recaudador. “Los puestos callejeros son de potestad municipal, pero ATM realiza controles estrictos a toda clase de negocios, incluso de los puestos de La Salada. Durante nuestra gestión hemos hecho más de 100.000 inspecciones y clausuramos más de 700 locales en toda la provincia”, explicó.
En lo que respecta a la evasión de impuestos, Gil recordó que desde la Ley Impositiva del 2012 se reglamentó un pago mínimo de ingresos brutos para ferias eventuales y otras actividades que no emiten facturas en todas sus ventas, lo que “ha permitido bajar la evasión en todos los rubros”.
Cómo se hizo el estudio
Desde la consultora aclararon que el resultado se obtuvo a través de un extenso trabajo de encuestas realizadas en forma directa a puestos de ventas informales y vendedores ambulantes, ya que por supuesto no se lleva un seguimiento oficial de la actividad. No obstante, aclararon que existe un margen de error del 4%.