Las redes sociales, entre las que se destacan Instagram y Twitter por ejemplo, se han convertido en un fenómeno social porque revolucionaron la forma de comunicarse y de interactuar.
Su capacidad permite hacer llegar toda tipo de información a cualquier parte del mundo y la posibilidad de establecer una relación con más personas de manera sencilla.
En primer lugar, opino que es una herramienta estupenda ya que te permite compartir información y te mantiene entretenido.
En mi caso es muy útil porque me sirve para mantenerme en contacto con amigos y familiares, especialmente con los que viven lejos. Mucha gente no podría vivir sin ellas.
Pero las redes sociales no solo tienen ventajas. Según el reporte anual The Global State of Digital creado por We Are Social: “76% de la población argentina utiliza redes sociales”.
Cuenta la historia de una chica que dio su dirección de casa a un desconocido por la red Facebook y sufrió varios meses de acoso hasta que intervino la policía.
Con este ejemplo se demuestra que tiene su lado malo porque se expone mucha información ante tanta gente.
También nos hace perder interacción con nuestro entorno social generando una adicción a ellas.
Nos hacen perder el tiempo, dejando de lado nuestras obligaciones.
En definitiva, son magníficas como instrumento para comunicarse e intercambiar opiniones e imágenes, socializarse, pero no debemos usarlas sin ningún control, es necesario tenerlo, porque pueden volverse un peligro contra nuestra privacidad y seguridad.
Román Pérez
DNI 44.059.868