Mientras la mayoría de los grandes comercios tiene una tienda on line y algunos pequeños se están sumando a la iniciativa, los emprendedores encuentran en las redes sociales una plataforma para dar a conocer sus productos o servicios y concretar ventas.
De todos modos, hay quienes señalan que para trascender el número limitado de seguidores entre amigos y conocidos, y lograr un impacto significativo se debe invertir en publicidad en estos espacios.
Los emprendedores coinciden en que es un modo de empezar a difundir su propuesta sin que les sea necesaria una gran inversión, como la de alquilar un local. Pero también suele ser el puntapié inicial para abrir luego la tienda propia o asociarse a otros comercios como proveedores, con una marca más consolidada.
Mercedes Saguir comenzó con su emprendimiento de diseño de accesorios hace unos 9 años y vendía desde su casa, a conocidos. Luego abrió un perfil en Facebook y empezó a crecer. Si bien cuenta con un local en la Quinta Sección, tiene una página en la que se pueden ver los artículos y comprarlos.
Su esposo, Marcelo Estrella Orrego, comenta que cuentan con la web propia a través de Tienda Nube, que ofrece formatos prediseñados y facilita la vinculación con medios de pago y de envío. También están en Facebook e Instagram, y si bien en la primera tienen más seguidores, lo que les brinda sobre todo es publicidad, mientras la segunda los conecta más con compradores.
Estrella Orrego señaló que las ventas on line no llegan al 20% de las que tienen en el local, pero vienen en crecimiento. Y señaló en que se necesita una inversión en publicidad para crecer.
Lo curioso es que les resultó más sencillo vender a otras partes del país que en Mendoza, aunque los clientes locales empiezan a valorar el no tener que perder tiempo ni pagar estacionamiento para ir al negocio físico.
O sino, van con la decisión casi tomada en función de lo que vieron en la web o las redes.
Pretzel Creaciones -diseños personalizados a crochet- surgió cuando Priscila Mateos empezó a tejer como una "terapia" y a mostrar lo que hacía en su perfil de Facebook.
Los pedidos llegaron y decidió armar una página en esta red social y en Instagram. De este modo, sólo invirtió en publicidad para apuntar al target específico que sabe puede estar interesado en este tipo de productos artesanales. También participa en algunas ferias y, después de cada una, gana nuevos seguidores, sobre todo de Instagram, que plantea que es la que más permite apreciar las imágenes.
Evelyn Sosa y su socia aspiran a tener su propio local de Luev Indumentaria, pero por lo pronto, desde hace apenas un mes, ofrecen ropa femenina y accesorios de acero quirúrgico por Instagram y Facebook. La joven detalló que de este modo llegan a muchas personas, aunque cuesta ganar seguidores, y que por eso lanzaron un sorteo para lograr difusión.
Un nuevo nicho
Aunque las redes sociales son elegidas por quienes quieren dar a conocer su emprendimiento y vender por Internet de modo sencillo, también es un espacio en el que buscan tener presencia las empresas. Alejandro Frugoni, de Muebles Platinum, contó que ellos tienen página propia (platinumshop.com.ar), pero aún así decidieron participar en Facebook (@mueblesplatinum) por el alcance que logran. "Sobre todo con personas de entre 20 y 45 años", señaló.
Las operaciones se realizan después de "una buena etapa de consulta previa" y muchas veces se concretan de forma presencial o a través de la página web, pero de acuerdo con Frugoni, el cliente ya sabe desde hace tiempo que tiene a su disposición el formato electrónico para adquirir sus productos.
"Como toda la economía en general, notamos bajas de rendimiento, y en el comercio electrónico también, pero se demora la caída porque todavía hay gente que engrosa las estadísticas, cuando en realidad se está pasando del comercio común a esta forma de compra", señaló el comerciante.
El mercado de Facebook
En enero de 2018 Facebook lanzó su propio "Marketplace", un espacio dentro de la misma red social en el que los usuarios pueden comprar o vender artículos y ofrecer servicios. Si bien el desarrollo lleva poco más de un año, esto ya sucedía en grupos cerrados de ventas, fue reorganizado y actualmente sirve como plataforma para iniciar operaciones comerciales de todo tipo, desde ropa hasta casas. Allí se reúnen tanto particulares como emprendedores o empresarios con negocios ya consolidados que decidieron aprovechar un nuevo canal de venta.
Aunque sus usuarios señalan que esta red social no ha reemplazado los canales habituales -clasificados, páginas web y sitios especializados de compra y venta-, sí los "complementó" y facilitó la cercanía con los clientes. Así lo expresó Natalia, quien se dedica al negocio inmobiliario y utiliza Facebook para mostrar los departamentos disponibles. Ella comenzó utilizando el grupo "freemarket" y comentó que la experiencia fue muy buena. "Llega gente seria y hemos concretado muchos alquileres", señaló.
La experiencia también fue positiva para Antonella, quien lo usa tanto para vender como para comprar productos electrónicos y del hogar. "Yo uso Marketplace tanto como vendedora como clienta desde hace un año aproximadamente. Me ha resultado útil. Me parece inteligente y práctico", comentó.
"El sistema se convierte casi en una subasta, en donde el vendedor pone un monto y los compradores hacen una oferta, y las condiciones de venta o compra se van cerrando casi en conjunto. Plantea una situación más real y actualizada en donde el consumidor se empodera y puede negociar el monto que cree conveniente, el lugar y fecha de entrega", agregó Antonella.
Desde Facebook señalaron que no manejan datos locales, por lo que no es posible conocer el movimiento exacto en Mendoza, pero en cada una de las categorías disponibles (vehículos, casa y jardín, propiedades, entretenimiento, ropa y accesorios, familia, electrónica, pasatiempos, clasificados, ofertas) pueden encontrarse cientos de artículos. Según los testimonios de los usuarios, resulta muy rápido vender a través de ellas. Por ejemplo, Juan de Maipú, vende frutos secos y comenta que a diario recibe decenas de consultas, y que el 40% de ellas se transforma en compras.
Por parte del cliente, la red social diseñó el espacio de forma que quien busca comprar algo o pagar por un servicio encuentre primero las ofertas más cercanas a su domicilio.
Esto fue algo que destacó Silvina, de Bermejo Guaymallén. "Vendí una cómoda en dos días, a una señora que vive a cinco cuadras de mi casa", señaló.
Claves para vender por las redes
Quienes utilizan las redes sociales para vender, explican que Instagram da protagonismo a la imagen, por lo que es ideal para mostrar ciertos productos. Facebook, en cambio, posibilita escribir un texto más extenso y es más popular. Por otra parte, desde hace un año cuenta con un espacio propio para vender.
Marketplace, de Facebook, se encuentra en la página de inicio de la red social, en el costado izquierdo. Para ofrecer un producto o servicio, se debe hacer click en "+ Vender algo" y completar el cuadro de diálogo que se abre con los datos de lo que se vende, el precio, la categoría y alguna foto. También se puede agregar una descripción del artículo.
En la Ayuda de Facebook se pueden encontrar recomendaciones sobre cómo protegerse en Marketplace, tales como reunirse en lugares públicos, elegir medios de pago seguros y asegurarse de que el comprador verifica el artículo antes de cerrar una operación. También brinda consejos a los vendedores sobre cómo mostrar mejor el producto.
En 2018 cayeron las ventas, pero crecieron las online
Durante 2018, las ventas minoristas en los locales físicos tuvieron una caída de 11,2%, según muestra un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
En cambio, las transacciones realizadas a través de Internet crecieron un 3,1% en el mismo período. Si bien el comercio electrónico representa apenas el 8% del total de las operaciones incluidas en el estudio, los números reflejan un cambio tanto en los hábitos de consumo como en las modalidades de venta por parte de las empresas y emprendedores.
Andrés González, director de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico en Cuyo, manifestó que recién a fin de mes tendrán los resultados propios para 2018, pero que no les sorprende ese retroceso en las ventas en los locales tradicionales y el crecimiento de las on line que evidencia el estudio de CAME.
En este sentido, señaló que en los últimos 6 años han observado un incremento interanual de 50% en la facturación del comercio electrónico, que si bien es en pesos venía superando ampliamente la inflación.
González, quien tiene una agencia de marketing digital, manifestó que la suba de las ventas on line -aún en un contexto de crisis- está asociada a los nuevos consumidores, que eligen comprar desde la comodidad de su hogar, en cualquier momento del día.
Esto, ya que en general los precios son los mismos en los locales físicos que en las tiendas on line (aunque son frecuentes las promociones en estas últimas).
Pero sobre todo, estos compradores realizan el proceso previo, de comparación de los productos, valores y ofertas, en Internet. De ahí que consideró que la visión de los comerciantes tradicionales debe cambiar, porque de lo contrario pierden oportunidades de venta. También planteó que el costo de armar una tienda on line es similar al de abrir una sucursal, con los tres meses de alquiler y alguna remodelación, pero que se trata de una inversión que queda como capital para la empresa.
González subrayó que es necesario capacitarse y contar con equipos de trabajo especializados, con conocimientos en marketing y tecnología. Y que si bien la facturación en plataformas de comercio electrónico ronda el 10% de la total del comercio, ese porcentaje va creciendo cada año y no es menor, con la posibilidad de vender durante las 24 horas del día.
Por otra parte, destacó que el ecosistema de las startup en Mendoza se ha desarrollado exponencialmente y que han surgido empresas que trabajan sólo en forma on line y venden a todo el país, como las tiendas de vinos.
La ventaja para el comercio tradicional, planteó Andrés González, es que ya tienen una presencia de marca, mientras estos nuevos formatos o los emprendedores tienen que invertir gran parte de su presupuesto en branding, es decir, hacerse conocer. De todos modos, indicó que los millennials, como consumidores, no tienen inconvenientes en comprar a alguien que no conocen y además, son más arriesgados a la hora de adquirir un producto.