La situación va en consonancia con lo que ocurre en la Ciudad de Buenos Aires, donde se firmaron apenas 46.627 escrituras el año pasado y que significaron una caída del 27% respecto de lo que ocurrió en 2011. El dato que se registró en esa provincia reveló además que ese puñado de operaciones de compra-venta representó el nivel más bajo de los últimos 15 años, según publica Clarín en su edición de hoy.
Sin embargo, en este sentido, Debé indicó que el panorama en Mendoza es "algo" mejor porque las propiedades están pesificadas, pero igual reconoció una baja del 35% en las ventas,
tal como lo adelantó Los Andes en enero.
“En Mendoza la situación es algo mejor, teniendo en cuenta que tiene características particulares, ya que las propiedades de menos de 400 ó 500 mil pesos están pesificadas en su mayoría. Entonces, el mercado puede seguir reponiéndose porque hay una referencia de precios por la moneda que se utiliza, que es el peso. El problema se presenta en las propiedades usadas de más ese valor, así que, en realidad Mendoza no es que esté bien, las operaciones han caído 35% en el año”, expresó Debé en una entrevista realizada por radio Mitre Mendoza.
Es que la explicación detrás del fenómeno en la baja de las operaciones hay que buscarla –según precisa Clarín en su informe- en el ya famoso cepo cambiario, que restringió el acceso al dólar desde noviembre de 2011. Esto es algo en lo que coinciden todos los expertos. Por eso, el catastrófico cierre del año figuraba dentro de las previsiones de los analistas y empresarios del sector, que fueron acomodando sus números a la nueva realidad.
El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires publicó ayer su informe periódico, incluyendo los datos de diciembre y el cierre de todo el año. De allí surgieron los números crudos que ratificaron el panorama: la cantidad de operaciones de compra y venta en 2012 cayó 27% con relación al año anterior.
Esto significó también una caída en los montos nominales involucrados en esas operaciones: sumaron 21.453,7 millones de pesos, con un retroceso de 21,2% contra la facturación de 2011.
Pero la caída, medida en plata, es aun mayor si aquel importe en pesos se computa en dólares al tipo de cambio oficial: en ese caso equivale a 4.714,2 millones de dólares, con una baja de 28,4% en la comparación interanual.
El cepo cambiario impactó de lleno durante 2012 en el sector inmobiliario y también en sus vinculados, como el caso de la construcción que fue uno de los rubros industriales que sufrió la mayor caída de actividad y pérdida de empleos. Algo admitido incluso por los reportes del INDEC.
En su intento por forzar una pesificación de la economía, el Gobierno fue profundizando las restricciones, extendiéndolas a la compra de dólares con propósitos de atesoramiento y a la obtención de créditos hipotecarios en moneda que no fuera el peso argentino.
La mala performance en las operaciones inmobiliarias metropolitanas no se reflejó solamente en las cifras anuales, sino también en los datos específicos de diciembre. El Colegio de Escribanos informó que el número de escrituras en diciembre 2012 cayó 29,3% comparado con el mismo mes de 2011.
El último mes del año pasado se firmaron 4.474 escrituras, mientras que en diciembre de 2011 fueron 6.330. Pero los resultados de diciembre último pueden ser objeto de un reconocimiento aun peor: es el segundo peor diciembre de los últimos 15 años, sólo superado por el derrumbe de diciembre de 2001. Ese mes, en medio de la aplicación del corralito, los bancos cerrados y la posterior declaración de la cesación de pagos de la deuda pública, se cerraron 4.078 operaciones.