Los venezolanos acuden hoy a las urnas para elegir una nueva Asamblea Nacional que podría abrir el camino a una serie de cambios políticos en el país sudamericano, inmerso en una profunda crisis económica que ha golpeado la popularidad de su gobierno socialista.
Unos 19,5 millones de electores están habilitados para participar en estos comicios en los que se elegirán 167 diputados.
El oficialismo apuesta en estas elecciones por asegurar la continuidad del modelo socialismo, mientras que la oposición, que figura como favorita según las principales encuestas, busca arrebatar a los sectores aliados al gobierno el control de la Asamblea Nacional, que han mantenido por más de una década, e impulsar una serie de cambios.
Pasadas las 6 de la mañana, representantes del Consejo Nacional Electoral ordenaron la apertura de unas 40.601 mesas en los 24 estados del país, incluida la capital, que estarán funcionando unas doce horas. El cierre de los centros de votación podría demorarse en función de la cantidad de votantes que estén a la espera de sufragar.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo en una transmisión de la televisora estatal que más del 70% de las mesas de votación en todo el país iniciaron su actividad y comenzaron a recibir electores.
Desde el amanecer, decenas de electores comenzaron a realizar largas filas en el exterior de los centros de votación a la espera de la apertura de las mesas.
Al ritmo de una diana militar, y entre fuegos artificiales, simpatizantes del gobierno recorrieron desde la madrugada algunas barriadas pobres y vías de la capital para animar a los electores a votar por los candidatos oficialistas.
En estos comicios participan unos 1.700 candidatos entre aspirantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela y de formaciones aliadas, y de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, y organizaciones independientes. El nuevo congreso se formará el próximo 5 de enero.
Entre los venezolanos existen grandes expectativas en torno a esta consulta que coincide con una compleja crisis económica caracterizada por una galopante inflación y severos problemas desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros bienes básicos.
Cinco datos clave
El país: Con una población similar al estado de Texas, 30 millones de personas, Venezuela cuenta con la mayor reserva mundial de petróleo demostrada, además de playas de arena blanca, impresionantes montañas andinas y selva amazónica virgen. El fallecido presidente Hugo Chávez ganó protagonismo gracias a su personalidad carismática al tiempo que impuso lo que denominó como revolución socialista del siglo XXI hace más de una década.
Gobierno actual: La elección es el reto más importante hasta el momento para el gobierno socialista, que controla todas las instituciones importantes, incluyendo la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo y el Consejo Electoral. El sucesor de Chávez, menos magnético, Nicolás Maduro, ha luchado para continuar con los programas de bienestar social que están en el centro del movimiento chavista ante la drástica reducción de los precios del petróleo, que supone el 95% de los ingresos por exportaciones de Venezuela.
La Economía: Una escasez generalizada, la fuerte depreciación de la moneda y la inflación más alta del mundo afectan a la población venezolana. Se cree que los precios al consumidor han subido un 150% este año y se prevé que la economía se contraiga un 10%. Los opositores del gobierno culpan de la situación a la mañana de controles sobre precios y divisas. El ejecutivo, por su parte, acusa a empresarios de derechas, respaldados por Estados Unidos, de librar una guerra económica.
Los resultados: La principal coalición de la oposición lidera las encuestas de opinión por hasta 30 puntos de ventaja y sus líderes sostienen que la única forma de que el gobierno pueda mantener el control sobre los 167 escaños de la Asamblea Nacional es cometiendo fraude. Pero es posible que la oposición obtenga una victoria a nivel nacional en los comicios y aun así se quede a las puertas de la mayoría, gracias a un sistema de votación que favorece a distritos rurales menos poblados donde el apoyo a la oposición es más débil que en zonas urbanas.
Preocupación por disturbios: En los últimos días, los venezolanos guardaron fila para sacar dinero de cajeros automáticos y almacenaron alimentos en previsión de que se desaten enfrentamientos violentos tras los comicios. Maduro prometió personalmente tomar las calles si su partido pierde en las urnas, mientras que la oposición señaló que defenderá la decisión de los venezolanos _ afirmaciones preocupantes para un países sacudido por meses de sangrientas protestas callejeras en 2014.