Miles de personas se concentraron ayer en Caracas para marchar en pro o en contra del gobierno dentro de un ambiente de violencia que cobró dos nuevas víctimas fatales en las últimas 24 horas. Los opositores, con camisas blancas, se dirigieron al municipio caraqueño de Chacao, mientras que partidarios del gobierno con sus vestimentas rojas marchaban al son de tambores y música al Palacio de Miraflores, donde los esperaba el presidente Nicolás Maduro.
Cuando la protesta opositora había terminado y la gente se marchaba, un grupo de jóvenes contrarios al gobierno intentó tomar una autopista y fue repelido por la policía nacional con bombas lacrimógenas y camiones cisterna.
El gobierno advirtió que no permitiría que se bloquearan calles, como sucedió precisamente en el municipio del Chacao en las semanas pasadas. Luego del incidente, que duró cerca de una hora, no se reportaron víctimas pero sí muchas personas afectadas por los gases.
Desde la otra manifestación, Maduro reaccionó inmediatamente a los enfrentamientos.
"Hicieron su marcha, tengo informaciones de que fue pacífica toda", expresó el mandatario, y añadió que unos 150 violentos "se fueron enmascarados a tomar la autopista", lo que ocasionó la intervención de los uniformados.
"Alcalde Ramón Muchacho, usted es responsable por lo que pase en el municipio Chacao", agregó Maduro, refiriéndose a uno de los líderes opositores.
En las últimas semanas alcaldes opositores fueron arrestados o llevados a los tribunales por permitir que se realizaran bloqueos de calles.
Mientras tanto, un manifestante y un transportista murieron baleados en incidentes violentos distintos que se registraron en los Estados Carabobo y Táchira.
Argenis Hernández falleció ayer en un centro médico del municipio San Diego del Estado centro costero de Carabobo tras ser baleado la víspera en un incidente que se registró en esa localidad.
En tanto, el conductor, identificado como Wilfredo Rey, murió tras recibir un disparo en la cabeza el viernes por la noche, durante supuestos ataques de grupos oficialistas contra viviendas de opositores que se mantienen en protestas callejeras desde hace más de un mes.
Saldo sangriento
En las violentas protestas callejeras que se han producido en Caracas y ciudades del interior han fallecido 30 personas, entre ellas 5 guardias nacionales. Además han dejado 486 heridos y unos 1.700 arrestados, de los cuales sólo permanecen detenidos 121, a los que les abrieron proceso.
En las ciudades de Maracaibo, San Cristóbal y Mérida también se registraron manifestaciones contra el gobierno.
En Caracas, la capital, miles de personas se dieron cita en marchas separadas, sea para apoyar al gobierno y rechazar actos violentos de opositores o en contra de las autoridades.
La gigantesca marcha opositora avanzó desde cinco puntos para concentrarse en el municipio de Chacao. "Es mentira que la gente que está en los barrios populares no está descontenta; siente los mismos problemas que los ricos", expresó Jeampiero Torres, un jardinero de 33 años. Aseguró que estaba manifestándose por "un país mejor".
Por otra parte, el gobernador del Estado de Miranda y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, exhortó a los venezolanos a unirse para crear un "gran movimiento social que tenga la fuerza para plantarse frente al gobierno".
En medio de la concentración opositora se presentó Carlos Vecchio, director político del partido opositor Voluntad Popular, quien se mantiene oculto desde principios de mes luego que un tribunal ordenara su captura por su supuesta vinculación con los hechos violentos que se han dado en el país.
Más o menos a la misma hora, otra manifestación en apoyo a la gestión de Maduro también avanzaba por las calles pero rumbo al Palacio de Miraflores, donde el gobernante anunció que los esperaría.
Con camisetas rojas, carteles, tambores y música, fueron avanzando, convocados en repudio a los ataques y saqueos de algunas instituciones públicas producidos esta semana.
"Salí a manifestar para rechazar las acciones vandálicas que se realizaron contra la Unefa (Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana) y otras instituciones del Estado", comentó Carolina Rangel, una administradora de empresa de 30 años.
Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, han protagonizado desde febrero protestas por la galopante inflación que en febrero alcanzó una tasa anualizada de 57,3%, el desabastecimiento de bienes básicos y la creciente criminalidad.
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