Después de dos días de relativa calma, la tensión regresó ayer al escenario político venezolano. La alianza opositora que logró una holgada victoria el domingo en las cruciales elecciones legislativas se desayunó ayer con la novedad que el gobierno niega que esa coalición haya obtenido los estratégicos dos tercios que le permitiría un control total del Parlamento unicameral.
El Consejo Nacional Electoral en su portal de internet dijo que la Mesa de Unidad Democrática reunió 107 diputados y el oficialismo 55, es decir 5 menos que los 112 que la oposición sostiene haber obtenido desde la noche de las elecciones.
La noticia se conoció después de una durísima bravata del presidente Nicolás Maduro que volvió a atacar a la oposición como ultraderechista y advirtió que “se babean de locura, de ambición desmedida por el poder, por los intereses y los grupos, es así pero nosotros seguiremos en las calles”.
El informe oficial contradice no sólo a la dirigencia opositora y al dato de sus planillas electorales sino a la mayoría de las encuestadoras. Para los analistas no es claro si este anuncio es un último esfuerzo del oficialismo chavista para mostrar un resto de poder o el inicio de un choque que irá en crecimiento hasta el 5 de enero, cuando asuma la nueva Asamblea. La segunda opción es la más probable.
"No hay tiempo para llorar"
El presidente Nicolás Maduro había dicho, al reconocer la derrota que, que su gobierno había caído derrotado frente a la guerra económica y la contrarrevolución y se negó a felicitar a la oposición. Luego advirtió que no permitirá que la bancada opositora acabe con las conquistas sociales.
“No hay tiempo para la tristeza, no hay tiempo para llorar”, sostuvo y advirtió que el empresariado ya presiona para desarmar las leyes económicas del modelo. Así, el temido choque de poderes se presenta ya mucho antes de que inicie su gestión la nueva Asamblea.
Henry Ramos Allup, veterano dirigente de Alianza Democrática (AD) -uno de los partidos tradicionales de la treintena que compone la alianza opositora-, reaccionó sosteniendo que “en nuestras cuentas, con nuestras actas y evaluaciones tenemos para este momento 112 diputados. Tenemos la mayoría calificada”.
El lunes, el gobernador de Miranda y ex candidato presidencial el socialdemócrata Henrique Capriles, había anunciado a la prensa nacional e internacional que estaba confirmado que superaron la marca de los dos tercios.
Si bien la cantidad de bancas que reconoce el gobierno brinda a la oposición una fuerte influencia en la Asamblea Nacional, con dos tercios podría designar o destituir a las autoridades de otros poderes, como los miembros de la Corte Suprema, que desde casi el inicio del proceso chavista hace 17 años ha estado bajo control total del régimen.
Además, aunque con menos mayoría, puede apelar al articulado constitucional que permite el proceso revocatorio del mandatario. La diferencia de bancas complica aún más ese proceso desde ya complejo. También dificultaría la primera medida anunciada por la oposición que es una ley de amnistía para la liberación de los presos políticos y facilitar el regreso de la gente que debió asilarse en el exterior.
Maduro dijo antenoche, insistiendo en desacreditar a los ganadores del comicio: “Ustedes no saben el dolor que llevamos hoy en el corazón después de confirmar este revés electoral de cómo la burguesía le hizo daño al pueblo, no sólo económicamente sino que confundió a importantes sectores de nuestro amado pueblo”.
Denunció que organismos empresariales como la patronal Fedecámaras, Consecomercio y la Cámara Inmobiliaria están pidiendo a los nuevos diputados opositores que deroguen la leyes orgánica del trabajo, de Precios justos, Arrendamiento, Tierras urbanas y Contra la estafa inmobiliaria”.
“Vienen a imponer la restauración neoliberal de la ultraderecha, porque ayer triunfó una contrarrevolución”, acotó. En este sentido anunció que se acordó iniciar “una cruzada” de diálogo “bien democrática, bien profunda y aleccionadora, pero sobre todo que nos dé la claridad de los pasos que hay que dar en este camino complejo luego que la contrarrevolución ha tenido este triunfo en la Asamblea Nacional”.
Indicó que esta semana se reunirá con el congreso de delegados extraordinario del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, con los secretarios generales de todos los movimientos y partidos de la alianza oficialista, conocida como el Gran Polo Patriótico, y con los consejos presidenciales del poder popular.
En una directa alusión al eventual choque de poderes sostuvo que “vendrán situaciones complejas”, y prometió que la bancada “revolucionaria” defenderá “las leyes del poder popular, las leyes de las misiones, de la grandes misiones, del trabajo y a la nación”.
